La consejera de Turismo y Empleo del Gobierno de Canarias, Jéssica de León, se presentó este viernes en el Parlamento para participar en el debate sobre la primera lectura de la Ley de Ordenación Sostenible del Uso Turístico de Viviendas. Durante su intervención, De León subrayó que esta legislación tiene como objetivo principal “dar seguridad jurídica a propietarios y ayuntamientos”, al tiempo que busca combatir el desorden actual en el sector.
En su discurso, la consejera advirtió que no se permitirán nuevas declaraciones responsables hasta que los ayuntamientos definan, en un plazo de cinco años, cuántas, cómo y dónde desean establecer estas actividades. “Es fundamental que esta actividad turística se desarrolle donde sea más competitiva y rentable, evitando así impactos negativos en la convivencia ciudadana”, afirmó.
Regulación del uso turístico
La futura ley establece límites claros: el 90% de las viviendas deberán destinarse a uso residencial, mientras que solo el 10% podrá ser utilizado para fines turísticos. En las islas verdes, estos porcentajes se ajustan a un 80/20. “Se ordenará por distrito, pueblos y barrios”, explicó De León, “adaptándose a la realidad de cada zona con precisión quirúrgica, tal como están haciendo otras ciudades españolas”.
Además, la normativa prohíbe la comercialización de Vivienda de Protección Oficial y estipula que las nuevas construcciones deben permanecer en el mercado como vivienda durante diez años antes de convertirse en activos turísticos. La consejera también destacó que se evitará que las parcelas residenciales sean ocupadas por hoteles que no cumplen con los requisitos establecidos.
Desafíos del mercado inmobiliario
De León dirigió su mensaje a los diputados enfatizando que “imponer límites a esta actividad turística no resolverá el problema de vivienda” y recordó que aunque es un derecho constitucional, debe ser regulado para prevenir la especulación del suelo residencial. La consejera propuso varias iniciativas necesarias para abordar esta situación: construir más viviendas, proteger a los propietarios legítimos y facilitar el acceso al alquiler.
Como ejemplo ilustrativo, mencionó que actualmente hay 3.700 anuncios de viviendas vacacionales entre La Oliva, Arona y Yaiza, frente a solo 240 opciones para alquileres a largo plazo. Además, indicó que únicamente tres de estas viviendas tienen precios accesibles entre 600 y 800 euros; el resto supera los 1.000 euros mensuales.
Crecimiento del alquiler vacacional
Desde 2021, el crecimiento del alquiler vacacional en Canarias ha sido notable: un aumento del 57% en la cantidad de propiedades disponibles y un incremento del 52% en los precios. Sin embargo, De León aclaró que esto no debe atribuirse únicamente a los propietarios: “la reflexión debe centrarse en equilibrar el mercado”, afirmó.
La consejera también hizo referencia al número alarmante de viviendas vacías en Canarias —211.000 según datos de 2021— e indicó situaciones preocupantes en municipios como Betancuria o Artenara donde hasta un 40% y 30%, respectivamente, están desocupadas.
Afrontando retos sociales
Defendiendo la necesidad de regulación, Jéssica de León citó directrices tanto de la Unión Europea como del Tribunal Supremo sobre la importancia de evitar la desertificación y gentrificación que alteran la vida cotidiana de los residentes. También abordó problemas laborales relacionados con trabajadores obligados a desplazarse hasta 40 km desde sus hogares debido al alto costo del alquiler.
A pesar de estos desafíos, De León reafirmó que “esta modalidad también es necesaria para diversificar la oferta turística en Canarias” y aseguró que quienes cumplan con las normativas actuales podrán continuar operando sin inconvenientes.
Diseñando el futuro turístico
Finalmente, instó a los diputados a tener presente que están definiendo el modelo turístico canario para la próxima década. Este modelo debe basarse en criterios como competitividad, rentabilidad y creación de empleo sin olvidar la convivencia pacífica entre ciudadanos. “Los canarios deseamos que nuestros barrios reflejen nuestra identidad”, concluyó Jéssica de León.