El Cabildo de Lanzarote ha manifestado su profunda preocupación ante el alarmante aumento del flujo migratorio que ha marcado el inicio de este nuevo año. En un emotivo pronunciamiento, el presidente de la institución, Oswaldo Betancort, se mostró consternado por las recientes imágenes de Salvamento Marítimo que evidencian la peligrosa travesía que enfrentan muchas personas en busca de un futuro mejor.
“Es desgarrador comenzar el año con escenas como estas. Personas jugándose la vida en el mar en busca de un futuro mejor, mientras que nuestra capacidad como sociedad para dar respuesta a esta crisis humanitaria se sigue viendo desbordada”, declaró Betancort. Esta situación no solo afecta a Canarias, sino que impacta especialmente a Lanzarote, una isla que sigue siendo un destino prioritario en las rutas migratorias.
Un llamado a la acción
El presidente del Cabildo subrayó la necesidad urgente de implementar soluciones estructurales y humanitarias adecuadas. “No podemos ni debemos normalizar estas tragedias. Cada vida cuenta, y cada rescate es un recordatorio de la urgencia de aumentar los medios materiales y humanos necesarios”, enfatizó.
Por su parte, Marci Acuña, consejero de Bienestar Social del Cabildo, lamentó las cifras actuales y describió el repunte migratorio como “un fenómeno estructural que requiere redoblar los esfuerzos de todas las administraciones”. Acuña destacó que Lanzarote no puede asumir en solitario la acogida de los menores que llegan en estas circunstancias y pidió un reparto justo entre todas las comunidades autónomas. “Nos sentimos totalmente abandonados”, afirmó contundentemente.
Demandas al Gobierno central
Acuña insistió en la necesidad de ayuda estatal: “Lanzarote ha demostrado su capacidad de solidaridad y acogida, pero no podemos asumir solos esta responsabilidad”. El consejero hizo hincapié en que es imprescindible que el Gobierno central coordine una respuesta efectiva y humanitaria para garantizar una atención digna a quienes llegan a las costas canarias, especialmente a los menores no acompañados.
Tanto Betancort como Acuña han reiterado su demanda por un mayor apoyo del Gobierno central, sugiriendo aumentar el control fronterizo y activar el Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) para abordar esta crisis desde una perspectiva más humanitaria y solidaria.
Cifras alarmantes
Las estadísticas reflejan la magnitud del problema: durante 2024, llegaron 4.296 inmigrantes a Lanzarote en 84 embarcaciones, incluyendo 562 menores no acompañados. En lo que va de 2025, ya se han contabilizado 13 embarcaciones con un total de 822 personas en sus primeras semanas.
Lanzarote ha implementado un modelo basado en centros pequeños y familiares para atender a los menores no acompañados. Durante 2024, se brindó atención a 349 menores en nueve centros de acogida. Actualmente, hay 176 menores bajo cuidado, distribuidos entre los gestionados por el Cabildo y aquellos atendidos por el Gobierno de Canarias.
Medidas extraordinarias ante la crisis
A raíz del incremento migratorio, se han habilitado nuevamente carpas en Puerto Naos como medida temporal. Este espacio refleja la falta de planificación por parte del Gobierno español frente a una crisis que exige respuestas estructurales. Desde Lanzarote se insiste en la necesidad urgente de un reparto equitativo entre comunidades autónomas y un compromiso real del Estado para afrontar esta tragedia humanitaria.
“Estamos haciendo todo lo posible, pero esta es una situación desesperante que requiere medidas urgentes. No podemos hacerlo solos; las administraciones estatales deben asumir su responsabilidad”, concluyó Betancort.