El sondeo de 40db le da a Sumar un 5,1% y un 4% a Podemos. Un escaso 9% a la izquierda de implantación nacional al costado siniestro del PSOE. El resto de los apoyos del Gobierno son organizaciones, progresistas y conservadoras, de carácter territorial. Los socialistas parecen aprovecharse de esta caída, pero sin ser suficiente para armar una mayoría que despeje el panorama de incertidumbre ante el crecimiento de la extrema derecha, que ya roza el 14%. Con todo, el PSOE anda enfrascado en su proyecto de renovación, más preocupado en afianzar el poder interno en torno a Pedro Sánchez que en otra cosa. Se trata de la construcción del liderazgo sin oposición, el líder libre que, según Iván Redondo, es el que gana las elecciones.
Esto es lo que le recomienda a Feijóo si quiere llegar al poder. Mientras tanto, en Europa fracasan las coaliciones, como es el caso de Austria, donde el presidente progresista ha encargado al representante de la extrema derecha que forme Gobierno, tras el fracaso de un acuerdo entre democristianos, liberales y socialdemócratas. La experiencia Merkel, aunque hizo pasar a Alemania y a Europa por momentos esplendorosos, no parece ser de buen recuerdo para algunos que entienden la hegemonía dentro del pluralismo de una manera diferente. En política las cosas se plantean a largo plazo y el tiempo no tiene el mismo valor que en la vida real, así como los relatos, las agendas y las urgencias no lo son para toda la vida. Las rectificaciones sirven para volver atrás y lo que ayer fue un error hoy puede convertirse en un acierto y al revés. La vida es como un carrusel y volveremos a ver pasar al caballito, al tren y a la diligencia con otros niños subidos sobre ellos, pero, en esencia, son los mismos.
Los problemas actuales se reducen a vivienda y a comida, según leo en la prensa, y esto hace que el canto triunfal por los datos macroeconómicos se aminore en su enfrentamiento con la realidad. Volvemos a escuchar lo de la burbuja inmobiliaria, pero en esta ocasión, más que como causante de todos los conflictos, como una situación recomendable para resolver lo que tenemos encima. Hay quienes siguen hablando de expropiación y de continuar con las restricciones en los pelotazos en el proceso urbanístico y edificatorio, y estos, como vemos, decrecen en sus expectativas a pasos acelerados. La cosa no está clara y menos lo va a estar si lo intentamos arreglar a base de bombo, de anunciar las soluciones rimbombantes, palabra que viene de ahí, para indicar que nada cambia; que el bombo de Manolo, animando a la grada, es equivalente al de Broncano, que también parece haber sido fichado para el proyecto de renovación nacional.
Todas estas cosas nos ha dejado la entrada de año en la semana previa a la llegada de los reyes magos. Esto y Franco, con la mitad de la prensa amiga diciendo que mejor hubiera sido conmemorar 1977, pero con la boca chica, no sea que les quiten la subvención, y con la Pascua Militar representando la reconciliación del presidente con el Jefe del Estado después de la huida de Paiporta. Allí estaban todos de uniforme, dando fe de que no pasa nada, aunque la procesión vaya por dentro de cada uno dibujada en sus rostros circunspectos.