Mis queridos y apreciados Reyes Magos de Oriente, al amanecer de este gran y esperado día, he visto justo donde siempre suelen colocar sus regalos, una serie de paquetes que estoy seguro acertarán con la ilusión de niño que, aun hoy, perdura en mí; por mucho que el almanaque se empeñe en recordarme que ya nunca más volveré a aquellos años de candidez.
Por una cuestión de fechas, me fue imposible escribir mi acostumbrada carta para que les llegara antes de que organizaran su viaje a nuestra bendita tierra. Por esa razón y aunque les llegue fuera de plazo, me permito entretenerles un poco para hacerles llegar una serie de peticiones que, no siendo para mi personalmente, sí que repercutirán en mi día a día como ciudadano. Digamos que más que una carta de peticiones, es un grito de esperanza confiando en que Vuestras Mercedes, con su sabiduría hayan tenido la posibilidad de coincidir con los deseos siguientes que hubieran formado parte del petitorio habitual.
En tal sentido y centrándome en lo que el final del año que terminó, nos han dejado en el Excmo. Ayuntamiento de la Muy Leal Noble e Invicta y muy benéfica Ciudad Puerto y Plaza de Santa Cruz de Santiago de Tenerife, donde se han empeñado en pensar que junto a los zapatos, en cada casa, se hayan dejado muchas bicicletas y patinetes. No hay problema si Ustedes no cayeron en estos regalos como para denominarlos “estrella”, pues desde el Consistorio se ha facilitado licencia a alguna Empresa para que, por un módico precio, las provea. Y por donde circular, tampoco habrá problema, porque ya están eliminándose zonas de aparcamiento y hasta de carriles por donde circular los vehículos. Pero no pasa nada, porque la gente de la ciudad dispone de unos gemelos, lo suficientemente potentes como para subir desde la Avenida de Anaga -Pedro La Roche- hasta la parte alta de las “Mil viviendas en” el Barrio de La Salud, sin perder el resuello. Y, si no se dispone de esa condición física, lo que sí que se tiene son unas “tragaderas” para que todo lo que se haga diciendo que se hace pensando en el bien común, se convierta en algo que se hace por el “bien común”. Definir lo del “Bien” y “Común” ya dependerá de cada cual. Pero, eso, Mis queridos Reyes Magos, no debe preocuparles en absoluto, pues el pueblo “Chicharrero” ya parece que lo va dando por hecho. Así que lo que me atrevo a pedir, es que consigan que alguien recompre los coches que ya no se van a poder usar dentro de la ciudad. Y que, allá donde no haya posibilidad de cambiar aceras y vías de circulación para convertirlas en carril bici/patinete, no les dé por quitar también edificios que estorben para tal cometido.
Me atrevo a pedirles que en su infinita sabiduría hayan contemplado, también, la posibilidad de cambiar los cómodos sillones que hoy en día usan nuestros parlamentarios, por dignos bancos de madera donde sentar sus dignas posaderas y que no sientan tanta ansiedad por llegar a ocupar esas plazas. Y que sepan que una vez llegados a ese nivel político, tengan claro que se convierten en obreros del y para el pueblo. Podrían estar hechos de la madera de los pinos que el último incendio sufrido en nuestras islas, eliminó de nuestros bosques. Sería un buen aprovechamiento y un recordatorio de que la Ley que proteja nuestro entorno, ha de salir precisamente de esos magníficos edificios que con tanto orgullo se muestras de vez en cuando a una parte de la ciudadanía.
Y, ya puestos, y teniendo a nuestras dignísimas autoridades como un ejemplo a seguir, me hubiese gustado pedirles -ahora solo tengo el deseo de que Ustedes lo hayan puesto de oficio junto a los zapatos- que en nuestras ciudades, el tema aparcamiento deje de ser un tema que se parezca con la búsqueda del “Willy” de los libros infantiles. Estaría bien que la actividad política en Ayuntamientos, Cabildos y Gobiernos Regional, comenzara con todos los políticos que ahora mismo gozan del privilegio de tener una plaza reservada con su nombre o cargo, dando vueltas por calles cercanas en búsqueda de un sitio donde dejar sus vehículos. Algunos, me consta, ya hacen uso del transporte público, pero, lamentablemente, se alejan de una mayoría deseada.
Mis queridos Reyes Magos, me hubiera gustado pedirles que para este año que comienza, nos hubieran traído a Santa Cruz, unas fiestas dignas del pueblo que aquí vive. Si hubiera escrito mi carta con el tiempo suficiente, me hubiera gustado pedirles, y perdón por mi atrevimiento, unos Carnavales. Sí, unas fiestas con mucho jolgorio, inversión pública casi todo el año y con infinidad de murgas, comparsas, grupos de danza y Bell canto, mascaritas, coches engalanados, carrozas apoteósicas, elecciones de Reinas, y reinonas con participación de artistas invitados -cuanto más grande sea el caché mejor- que actuase como jurado y ¿por qué no? con una participación de televisiones propias, nacionales y extranjeras. Si hubiese escrito la carta con tiempo, eso es lo que hubiera pedido para mi tierra. ¡Ah! ¿Que eso ya lo tenemos? Pues ni me había dado cuenta. Tal vez sea porque cuando se hace algo en santa Cruz, aunque sea un acto que tenga que ver más con, por ejemplo, la Navidad que con fiestas populares, jamás se tenga en cuenta el hacerlo desde un punto de vista carnavalero. ¡Ah! ¿Qué sí que se hace?, pues les pido disculpas, tampoco me había percatado. Retiro la petición pues. Que vivan los Reyes y los Carnavales… ¿o es al revés?
Mis queridos Reyes Magos, me hubiera gustado haber tenido tiempo de escribir mi carta, para poder pedirles que trajeran iluminación a las seseras de nuestros gobernantes para conseguir que la ciudad de Santa Cruz, tuviera ya, su propio Museo. Un museo donde se explicara la historia de dicha ciudad. La historia de los ilustres personajes que de ella han salido. Un museo que hablara y exportara los grandes acontecimientos que se vivieron en sus calles, fincas y casas, en los diferentes periodos en la que se fue conformando y recibiendo sus títulos que ahora figuran en su nombre. Esta petición, no es la primera vez que la he anotado. Tal vez mi error haya estado en no hacerles a Ustedes protagonistas de la petición. Cada vez que la he formulado, lo he hecho dirigiéndome a la parte gobernante, pero se conoce que ellos y ellas, gobernantes y oposición, están pensando más en temas que tengan dos ruedas, que en la Cultura con mayúscula cuando de lo que se trata es hacer algo por la ciudad en la que viven y a la que se deben.
Mis queridos Reyes Magos, yo me conformaré con lo que me hayan traído, pero espero y deseo que para la capital de mi isla, haya tenido la ocurrencia de concederle estos regalos que he expuesto, aunque no les haya llegado a tiempo la petición.
Por cierto, me he portado bien y quienes agotan su paciencia en la búsqueda de aparcamiento cada día, o quienes ven como no se atienden sus necesidades básicas pero sí que oyen el soniquete carnavalero hasta en diciembre, o quienes luchan por mostrar su historia al mundo entero, solo de palabra, por no disponer de un lugar que acoja lo vivido o sufrido por nuestro pueblo durante todos los años que nos precede, también se han portado bien.