Este artículo va dedicado a todas las trabajadoras del Servicio de Atención a Domicilio —SAD— de Canarias, pero en especial a aquellas que están poniendo la cara y el cuerpo junto con más colectivo sociales, como la Asociación para la Defensa de las Pensiones, con el objetivo de hacernos ver las tropelías que está llevando a cabo el Gobierno de Canarias con los presupuestos del 2025; sin rumbo a la privatización.
En el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife han encontrado el laboratorio perfecto para este tipo de políticas, donde la privatización es el camino. Y está ocurriendo de la mano de Charín González, concejala de Coalición Canaria y responsable del Instituto Municipal de Atención Social —IMAS—, también conocida por presentarse a una oposición donde fue juzgada por el personal que en estos momentos está a su cargo.
Las trabajadoras del SAD del Ayuntamiento de Santa Cruz tienen claro que la lucha sindical y la protesta son el único camino para conseguir mejoras, que no solo serán para ellas, sino para todos la ciudadanía, porque nadie está libre de necesitar estos servicios a lo largo de su vida.
Con la enmienda aprobada en el Parlamento de Canarias para los presupuestos del 2025 se le da la posibilidad a los ayuntamientos de desentenderse totalmente del servicio, y este recaerá en manos de empresas privadas, que serán las grandes beneficiadas del cambio.
Y los mayores perjudicados serán los usuarios, que verán como el uso de este servicio pasará por recibir una ayuda económica, algo parecido a un pago en especies que después deberán declarar en su renta, cuando la realidad es que ese dinero va directamente a las arcas de las empresas que prestan el servicio.
En resumen, el Ayuntamiento de Santa Cruz se tira en plancha para ser los primeros, aunque tampoco tuvimos dudas si tenemos en cuenta su política de privatización de servicios públicos. Y así aprovechan y se quitan de encima a dos colectivos molestos: los usuarios, que dan bastante trabajo, y las trabajadoras, que no paran de luchar por mejorar sus condiciones laborales.
¿Pero saben lo bueno? Que este colectivo no se va a quedar callado, va a dar guerra y no va a parar. Como me dijo una de las compas: “¡ya estamos cansadas de tener miedo y de callarnos, y sobre todo, de que nos engañen y que nos traten como bobas!”.
Desde aquí, solo me queda darle las gracias por abrir un hilo de esperanza a mucha gente que seguro está pasando por las mismas calamidades y no sabe cómo actuar, y por demostrar que, como mismo cantaban el día de la concentración, “gobierne quien gobierne, el SAD no se vende; gobierne quien gobierne, el SAD se defiende”.
Aitor Montelongo, portavoz de Drago Santa Cruz de Tenerife
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