El BOE de 28 de julio de 2018 publicó que Totisa Holdings, S.A.U., había solicitado a la Autoridad Portuaria de Las Palmas concesión demanial para ocupar 15.440,80 m2 de suelo y 38.226 m2 de lámina de agua en la Dársena de La Esfinge, así como 2.312 m2 de canalizaciones subterráneas, para la "construcción y explotación de una Planta de almacenamiento de gas natural licuado (GNL), regasificación y producción de energía" y se iniciaba el trámite de competencia de proyectos.
El 28 de junio de 2019, el consejo de administración de la Autoridad Portuaria, presidida por Juan José Cardona, selecciona por unanimidad (solo una abstención) el proyecto original presentado Totisa, descartando los presentados por Endesa y Enagás. Antonio Morales y Augusto Hidalgo respaldaron la decisión.
La entrada del Gas Natural en el puerto se vendió como una solución provisional mientras se produce la transición del petróleo a las energías limpias. Complementariamente, se instalaría una central térmica de 70 MW con motores modernos para el propio puerto y para dar seguridad a la red insular.
Las protestas no se hicieron esperar. Los expertos aludían a que una instalación así tardaría más de 30 años en amortizarse, lo que retrasaría a Gran Canaria en su avance hacia la descarbonización. El gas llegaba muy tarde.
En 2022, la Dirección General de Salud Pública expone las deficiencias del estudio de impacto ambiental presentado por TOTISA y emite un informe desfavorable por ser perjudicial para la salud de las personas. Esto lleva a la Comisión Autonómica de Evaluación Ambiental (CAEA) a dictaminar que el proyecto debía ser sometido a un procedimiento de evaluación ambiental completo u ordinario, y no simplificado -como se determinó inicialmente- debido a los posibles efectos adversos que podrían derivarse para el medio ambiente y los vecinos del entorno portuario.
Totisa presenta un estudio de impacto cuyas conclusiones son que el proyecto es «ambientalmente viable» y que «comporta significativos beneficios ambientales para la población», en base a cuatro puntos básicos:
-Necesidad de una infraestructura de GNL como combustible marino.
-Reducción de emisiones contaminantes desde el Puerto de La Luz.
-Aumento en la capacidad de integración de energías renovables.
-Sustitución de combustibles pesados para la generación de energía
Antonio Morales dice que “coincide plenamente” con que el puerto deba dotarse de GNL “para mantener su posición competitiva en el Atlántico medio y cumplir la normativa que exige la disminución del contenido de sulfuros en el combustible marino”, pero rechaza que se construya una central eléctrica para verter a la red.
En septiembre 2023, la Dirección General de Energía saca a información pública la solicitud de autorización administrativa y la Declaración de Impacto Ambiental de la “Planta de almacenamiento de gas licuado, regasificación y producción de energía eléctrica de 70 MW en el Puerto de la Luz y Las Palmas”, que promueve Totisa Holdings.
La Plataforma y otras asociaciones ambientalistas presentaron alegaciones destacando las afecciones negativas en cuanto a la calidad del aire en Las Palmas de Gran Canaria y el peligro que la instalación supone en sí misma.
Paradójicamente, el propio organismo público “Puertos del Estado”, en su informe para la evaluación ambiental abreviada, destaca que el proyecto no tiene en cuenta ni el oleaje, ni la posible agitación en el atraque previsto. El área en el que se pretende ubicar no se encuentra protegida por el dique de “La Esfinge”. No se especifican las características del metanero, ni existen estudios sobre la seguridad, la exposición a temporales, la posibilidad de colisiones con los almacenamientos, etc.
Finalizado ese trámite, tras casi un año de silencio informativo, se hace público el requerimiento a la Dirección General de Salud Pública para que informe sobre un sistema de dispersión de contaminantes que presenta Totisa.
De nuevo surgen las protestas desde asociaciones y colectivos ecologistas. Incluso se constituye la Plataforma Contra la Central Térmica.
Los medios publican un artículo de la Plataforma salvar Chira-Soria (29 octubre):
Regasificadora TOTISA- Lo que no se cuenta. En el que destaca la nociva contaminación para la salud de las personas que va ocasionar la central térmica, detallados en el informe de Salud Pública, y la peligrosidad que supone el almacenamiento en un buque metanero y en depósitos terrestre y submarino de GNL.
https://infonortedigital.com/art/177794/regasificadora-totisa-lo-que-no-se-cuenta
Por su parte, la presidenta del puerto, Beatriz Calzada, ahora dice que la central es fundamental para electrificar los muelles y poder apagar los motores de los barcos, y que forma parte de las medidas adoptadas por la UE para alcanzar el Objetivo 55. A lo que añade que llevar la electricidad a los muelles cuesta 109 millones. Es decir, ahora la regasificadora tiene casi como única función alimentar a la central térmica.
Ninguna de las tres afirmaciones es cierta: la electrificación del puerto puede hacerse con las instalaciones de generación ya instaladas en Gran Canaria, y no estaría de más aprovechar las cubiertas y suelo antropizado del puerto para colocar placas fotovoltaicas y baterías. La UE no obliga a construir instalaciones gasísticas en los puertos. El coste de llevar la electricidad a los muelles lo pagan los consumidores.
La prensa publica: Antonio Morales sobre la planta de gas en el Puerto de Las Palmas: «Nos engañaron». El Cabildo y el Ayuntamiento capitalino instan al Gobierno canario a frenar la central eléctrica en el Puerto de Las Palmas
https://www.laprovincia.es/las-palmas/2024/11/11/rechazo-planta-gas-puerto-de-las-palmas-111586236.html
La presidenta del puerto no da crédito: “…pero si en 2019 todos votaron que sí, que nos digan entonces cómo vamos a electrificar el puerto”.
El supuesto engaño es que se necesitaba el gas natural como combustible marino, ya que no es posible electrificar un buque, y ahora parece que es para uso casi exclusivo de la central eléctrica, puesto que las previsiones existentes en 2018, sobre el enorme desarrollo que iban a tener los buques propulsados con GN, no se han cumplido, sólo el 12% de los buques nuevos son de GN. Además, estudios recientes revelan que, si bien no emiten azufre ni nitrógeno, sí emiten dióxido de carbono y, lo peor, emiten mucho metano sin quemar, un gas invisible cuyos efectos en el calentamiento global es 80 veces superior al CO2 durante los primeros 20 años tras su liberación y 30 veces más en 100 años.
El consejero de Transición Ecológica y Energía del Gobierno de Canarias, Mariano Hernández Zapata (PP), también parece cambiar de postura: “Por encima de todo va a estar la salud y la seguridad de las personas”
https://www.laprovincia.es/las-palmas/2024/11/13/zapata-planta-gas-puerto-palmas-111658981.html
La decisión está en manos del Gobierno de Canarias, que debe decidir sobre la Declaración de Impacto Ambiental y el otorgamiento de la Autorización Administrativa. Si rechazan el proyecto, volverá a la Autoridad Portuaria de las Palmas.
Plataforma ciudadana Salvar Chira-Soria