Antes de meterme en harina, déjenme explicar esto de “la retenida”. En algunas de las romerías de Tenerife, como lo es la de La Orotava se usan, aun, carretas de madera, tiradas por bueyes. La Orotava, para quien ha estado por este bello rincón de la isla, se sabe que es un pueblo cuyo viario está dibujado por empinadas cuestas y pocos trayectos llanos. El punto de partida de la romería que allí se celebra en honor de San Isidro y Santa María de La Cabeza, comienza en una zona que mantiene una altitud diferente al punto de llegada y si ese desnivel se intentara dejar que fuera soportado solo por los animales que tiran de los carros, se vería un espectáculo nada agradable y si daría validez a ese dicho popular de “poner la carreta delante de los bueyes”. Para evitar ese sobreesfuerzo de las bestias, las carretas -sumamente pesadas muchas de ellas- van provistas de una palanca que al accionarla, funciona como una especie de freno de mano. Alguien desde dentro y a las órdenes del bueyero, tira de la palanca y se ponen en marcha el artilugio, frenando desde las ruedas el empuje que ejercen aquellos pintorescos carruajes. Eso es la retenida.
Si ese sistema lo llevamos a cualquier otro contexto aunque no tenga nada que ver con las fiestas típicas de la isla, veremos que el cometido viene a ser lo mismo: frenar el ímpetu o aminorar una trayectoria que va a todo meter y sin visos de frenar. El Turismo, desde que llegó a nuestras tierras ha mantenido un crecimiento tan rápido que, ahora, parece que comienzan a darse cuenta que hay que menguar algo su ritmo alcista. ¿Es tarde ya? A mí me gusta ser optimista; por eso, cuando tengo la oportunidad, y este puede ser uno de esos momentos, pongo sobre la palestra algún punto para que pueda ser debatido o, como mínimo, para pensar sobre ello.
¿Por qué viene creciendo el turismo como lo viene haciendo? ¿Por qué razón parece que a poca gente le interesa usar la retenida correspondiente? La respuesta está en la propia condición del ser humano. Para obtener una respuesta lo más plausible posible, permítaseme que haga uso de una coctelera. En ella meteré unas buenas dosis de avaricia humana, Se le añadirá algo de la necesidad de sentirse más rico que su vecino, se pondrán unos toques de desprecio a lo que ataña a la comunidad en la que vive y, para realzar su efecto impactante se tendrá que contar con agentes externos como puede ser el gran aporte que la da el empuje especulativo de gente que normalmente viene de fuera. Se agita todo, pero poco, para conseguir una mezcla donde se aprecie la delicadeza de cada uno de los ingredientes y tendremos como resultado un magnífico motivo por el que resulta tan difícil que esto frene. La presentación, se ha de entregar en una magnífica copa adornada con estrellas -a ser posible siempre, cinco o más- y se dejará que, el asombro y la admiración de una buena arquitectura y una mano de políticos dados a ver todo desde el punto de vista de las arcas de sus respectivos Ayuntamientos y Cabildos, haga el resto.
¿Cómo le metes una retenida a ese “molotov”? En Canarias, como en otros puntos de nuestra España, ya han comenzado a aparecer grupos ecologistas que claman por frenar el ímpetu de un turismo de masas. ¿habrán actuado tarde? Sinceramente, creo que no. Lo que si va a resultar es muy difícil y se tendrá que comenzar a pensar más como territorio que como municipios turísticos independientes. La Playa de las Américas ya está completa. La playa de Los Cristianos, full también. La costa de Guía de Isora, comienza a saturarse y, sin embargo, otras zonas como puede ser el Puerto de la Cruz -cuna del turismo de calidad en nuestra bendita tierra- se está viendo necesitada de más ingenio y buenas ideas para su relanzamiento. Entre medio podemos contar con puntos estratégicos que cuidando mucho su crecimiento velando para que sea tranquilo y de mucha calidad, podría conseguir que el Turismo que nos visitara fuera de un nivel adquisitivo superior al que nos está llegando
Hace poco que leí un artículo en www.vozpópuli.com donde se hablaba de la desaceleración del crecimiento del Turismo al dejar paso a otros productos más industriales, desde la Pandemia. Eso no parece ser una “retenida”, sino más bien un brindis al sol. Pero ahí está como apunte realista-pesimista. De la misma manera, leía en www.canariasdiario.com, que, desde el partido político Sumar, se insistía en introducir nuevas tasas al turismo para ir cambiando el perfil del turismo. Desde este grupo, todo o casi todo, se resuelve aplicando más empuje impositivo. Ese tipo de “retenida” a la que desde ese grupito -cada vez es más pequeño- han dado el nombre de “ecotasa”, suele terminar casi siempre de la misma manera: “Impuesto cobrado, huesito al suelo”. Se cobra, y se vuelve a cobrar, pero ¿se revierte en lo que se debe revertir? Mucho me temo, que suele servir para incrementar el número de asientos en el Parlamento, o para aumentar sus sueldos, o pagar más asesores para que sigan recomendando más subidas de impuestos o la creación de unos nuevos. Desde el Gobierno de la Nación, no se dejan dormir en todo lo que suponga innovar en temas Turísticos y en lugar de una propuesta a modo de “retenida” lo que han propuesto es directamente una buena patada en las nalgas de los turistas, en las de quienes les traen y en las de quienes los reciben. ¿De verdad la idea de meter un cuestionario tipo test, a la hora de identificar a los visitantes, salió de una mente humana sin perturbar? Menos mal que ante la avalancha de quejas que surgieron en cuanto la propuesta asomó las orejitas, dieron marcha atrás. Confío en que no sea para coger carrerilla. Desde el Gobierno de Canarias, su Consejera de Turismo ha salido contestona y ha dicho, según he podido leer en www.canarias7.es, que aplicar nuevas tasas al Turismo, solo beneficiaría a los Gobiernos que la impongan. Siempre es bueno algo de sensatez.
Todo cristo le dedica tiempo y en muchos casos poca sesera para buscar soluciones cercana a la retenida de la que vengo hablando. No quieren ni ponerse a pensar en que, la solución, pudiera estar en no incrementar más el número de camas. Lo he dicho en varios artículos publicados en este medio y lo volveré a repetir cada vez que tenga oportunidad: ¿Quiere construir un nuevo hotel de cinco estrellas y tres cometas? Compre un hotel obsoleto, tírelo al suelo y construya su sueño hotelero en el solar que haya quedado libre.
Mientras tanto, piénsese que una buena “retenida”, podría ser un ajuste de precios al alza, para facilitar la entrada de turismo de mayor poder adquisitivo y de paso, facilitar la mejora de sueldos del mundo Turístico. O por lo menos para que puedan pagar el precio de los alquileres. Una buena retenida, podría ser actuar sobre el “Todo incluido” para que coman los de dentro y los de fuera también. Y, una retenida eficaz, podría señalar el frenar de manera efectiva el crecimiento de casas turísticas. Sin embargo, no se puede considerar como retenida eficaz, el hacer manifestaciones por la playa, con mensajes que rozan la “Turismo-fobia”. Señores manifestantes, no confundan “retenida” con “sacudida”. Lo segundo puede hacer desaparecer nuestra fuente de ingresos.