Es arriesgado hacer un análisis de la situación. Lo más cómodo sería decir que pasa lo de siempre, pero eso no puede ser porque entonces nos estaríamos perdiendo todas las novedades. Hay problemas con los tribunales, pero ¿cuándo no los ha habido? Las aficiones están divididas. Es lo normal. Cuando a alguien lo condenan, sus partidarios se indignan y lo consideran una injusticia. Cuando esto le ocurre al contrarío, se celebra y se brinda con champán, como si el equipo de casa hubiera marcado. Los analistas intentan adivinar lo que sucede y se confunden si siguen al mismo periódico y a la misma cadena de televisión. Yo observo una regla que no me falla. Si la noticia se publica en tal medio es porque conviene al que paga, y si no sé publica le aplico el mismo principio.
Es fácil amoldarse, pero para eso hay que dejar al rigor en el cajón de la mesilla de noche. El mío está a tope de cosas que no sirven para nada. Voy llenándolo y cada año lo reviso. Me llevo unas sorpresas morrocotudas. Hace tiempo que no utilizaba esta palabra. Debe ser una de esas que tengo escondidas en las gavetas. Hace tiempo hice una canción dedicada al armario. "Quién pudiera guardar en cada leja, como tú, los recuerdos que se alejan. Y las gavetas, tener siempre de sueños bien repletas". Para entender lo que pasa a nuestro alrededor nada mejor que dejarse llevar, y, sobre todo, no intentar convencer a nadie.
Llevo dos días con lo de Errejón, y encima ayer me vacuné y tengo el cuerpo algo trastocado. Como siga este culebrón me va a pasar igual que con Raskolnikov, el asesino de "Crimen y castigo", de Dostoyevski, que acaba por caerne bien y le tendré lástima. Para salir indemne de estss situaciones lo mejor es pensar que estamos ante un juego de tahúres y protegerse de los trucos de los trileros. La vida sigue y las obras se levantan ladrillo a ladrillo. Cuando menos te lo esperas estás cubriendo aguas. Algunos insensatos siguen poniendo noticias del juez Peinado en las redes. No se dan cuenta de que de eso no hay que hablar, que ahora toca decir que lo de Errejón es un ajuste de cuentas en la izquierda. Algo así como el tiroteo de las mil viviendas. Creo que no se construyen viviendas para evitar esas cosas.
He llegado hasta aquí con la escritura, demostrando que lo que decía al principio es cierto: que hacer un análisis de la situación es arriesgado, que lo recomendable es divagar, ir como las mariposas, de flor en flor, como la Mistinguet, por los cabaret en busca del amor.
Si (
No(
