Estos días, y hasta el 12 de junio, se está celebrando la Feria del Libro de Madrid. He tenido la oportunidad de presentar tres de mis libros en dicha feria y, para los que somos escritores, realmente es un gran honor poder hacerlo.
El ambiente que se respira allí, el carisma de los escritores, quienes ponen en sus libros sus almas y la cultura que se deja entrever en todas las esquinas, hacen de estas dos semanas un tiempo inolvidable para los que nos dedicamos al arte de la escritura.
La profesión de escritor es muy compleja, aunque posee una magia que solo aquellas personas que la han desarrollado saben expresar. Son muy pocas las personas que pueden vivir profesionalmente de la escritura, y muchos somos meros aficionados que utilizamos este medio para expresar nuestra forma de ver el mundo.
En un país donde la cultura parece no estar bien vista, es complejo triunfar con una profesión de este calibre. Sin embargo, hay algunos privilegiados que pueden hacerlo y viven de esta disciplina, teniendo el privilegio de dedicarse a lo que realmente les hace felices.
Yo, desde mi humilde experiencia como escritora amateur, me he sentido realmente muy reconocida cuando he podido presentar mis libros allí. Este año, especialmente, la feria está siendo un éxito, ya que las editoriales, después de la pandemia, han podido vender más libros de lo que se recordaba en los últimos años.
Además, las nuevas plataformas on line hacen que sea mucho más sencillo poder publicar un libro de lo que lo era cuando yo comencé en esta profesión. Son muchas las personas que ahora pueden compartir sus experiencias, sus historias y sus vidas, a través de la literatura, sintiendo un gran alivio por ver hechas palabras sus vidas y su forma de ver el mundo.
Ahora más que nunca animo a todo el mundo para que puedan acudir a librerías, ferias del libro y a todos los lugares que encuentren, para que se impregnen de la magia que la literatura siempre otorga. En tiempos complejos, donde la realidad se hace difícil, un libro es un gran compañero de camino que nos ayuda a transitarla más benévolamente.
A través de ellos, podemos crear un sinfín de realidades y distanciarnos de todo aquello que no nos hace felices, aunque sea por un rato. Es indispensable aprender a ver el mundo con otros ojos distintos y con otra perspectiva, y, a través de la literatura, siempre encontraremos un camino para poder transitarlo.
La lectura nos hace aprender a ver la vida con perspectiva, porque aprendemos que nada es lo que parece y que la realidad varía según el cristal con la que la miramos. Es de vital importancia enseñar a los niños a adquirir el hábito de leer para que aprendan a ver el mundo con otra conciencia distinta, sin creerse exclusivamente lo que pasa en la televisión o pensar que todo lo que ven en redes sociales es cierto.
El mejor regalo que podemos hacer a alguien es un libro, aunque, por desgracia, no se suele valorar mucho y se ha quedado relegado a algo de poco valor. Pero desde aquí, querido lector, quiero animarle a llevar siempre uno con usted, y si tiene niños pequeños a su alrededor, a hacerles ver la importancia y el valor indiscutible que tiene tener uno entre sus manos.
Si puede, no olvide nunca regalarse y regalar cultura. Este mundo se lo agradecerá, porque es la mejor forma de cambiar la realidad que vivimos actualmente.
¡Pongamos un libro en nuestras manos!
Si (
No(
