La policía de Tulsa explicó a los medios que había 4 víctimas mortales y que el tirador estaba muerto, quien se habría disparado a sí mismo, según las primeras investigaciones.
Al parecer, el tiroteo se produjo en la segunda planta del Hospital Saint Francis.
El Ayuntamiento de Tulsa confirmó que el hombre armado portaba un rifle y una pistola y estaría buscando a un médico que trabajaba en ese centro sanitario.
Aunque no se ha difundido la identidad del asesino, sería un hombre de entre 35 y 40 años, el cual llegó al hospital a las 16:40 hora local.
El debate sobre la posesión de armas continúa encendido en EEUU, donde gran parte de clase política y la población defiende la vigencia en la actualidad de la Segunda Enmienda a la Constitución, que permite portar armas para que los ciudadanos garanticen su propia seguridad.