Se esperaba este recibimiento y no defraudó a los seguidores más monárquicos y patriotas: multitud de gritos de "¡Viva España!" y "¡Viva el Rey!" rodearon la llegada de don Juan Carlos al puerto deportivo de Sanxenxo
El rey emérito llegaba en coche, en el asiento de copiloto, al lugar así: emocionado y saludando ;a los patrones de las embarcaciones, además de dar la mano también a algunos ciudadanos que se agolparon en torno a la entrada del recinto principal.
Don Juan Carlos asiste así a la Copa de España de vela para presenciar las regatas en esta localidad gallega, casi 2 años después de abandonar el país por sus problemas fiscales, resueltos en los últimos meses.
El emérito, tras saludar a más de una veintena de personas en la zona acordonada, posó con sonrisas y emoción ante las cámaras, muy contento ;por reencontrarse con personas conocidas del mundo de la vela que solía frecuentar cuando acudía a estas regatas en años anteriores, algo que ha hecho durante décadas.
Juan Carlos de Bobón caminó con problemas de movilidad ;que se le conocen en los últimos tiempos, apoyándose tanto en su bastón ;como en los brazos de sus acompañantes.
También se pudo ver a su hija, la infanta Elena, que participó en el acto.
El rey emérito participaba así desde el mar en las regatas con su embarcación, 'El Bribón', no sólo como mero espectador debido a su delicado estado de movilidad. En torno a una hora después del recibimiento inicial, se montaba de nuevo en coche, saliendo del Real Club de Vela, y era trasladado al muelle para embarcar en una nave auxiliar, para presenciar la regata en primera línea.