Esta es la principal conclusión que se ha hecho pública tras la reunión, que ha tenido lugar en un hotel de Ginebra (Suiza) y se ha prolongado por espacio de unos 90 minutos, del secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, y el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Labrov.
Ambos dirigentes han estado de acuerdo en mantener las conversaciones y, en este sentido, Blinken se ha comprometido a enviar por escrito a su interlocutor las propuestas de Estados Unidos en relación a las reclamaciones de Rusia, que pasan por exigir a la Alianza Atlántica que frene su expansión y se retire de su área de influencia.
MÁS DE 100.000 SOLDADOS RUSOS EN LA FRONTERA DE UCRANIA
Todo ello sucede en el contexto de una escalada de la tensión entre la OTAN y Moscú después de que el Kremlin haya procedido a concentrar tropas rusas, integradas por algo más de 100.000 soldados, en las inmediaciones de la frontera de Ucrania, una decisión que ha hecho cundir la alarma en el seno de la Alianza Atlántica, Estados Unidos y la Unión Europea.
Al término del encuentro, los jefes de las diplomacias nortemericana y rusa han llevado a cabo sendas ruedas de prensa, si bien lo han hecho por separado. Durante su intervención ante los medios de comunicación que siguen minuto a minuto la crisis ucraniana, Serguéi Lavrov ha calificado de "histérica" la posición de los países occidentales en torno a esta cuestión, y ha asegurado que Rusia no tiene, hoy por hoy, la menor intención de atacar militarmente al país vecino.
Una de las posibilidades que ninguna de las dos partes ha descartado es que en una futura ronda de conversaciones participen directamente los dos máximos dirigentes de ambas potencias, Joe Biden y Vladimir Putin.
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