El programa Horizonte de Cuatro acercó el pasado jueves a 2,6 millones personas, según Kantarmedia, el juicio del siglo, como así lo llaman algunos medios.
Iker Jiménez, conocido conductor del programa Cuarto Milenio, abordó el juicio que puede confirmar que el Doctor Craig Wright es Satoshi Nakamoto, inventor de Bitcoin. Se agradece al programa que ponga en la palestra este tema aunque se buscaba de manera continua el sensacionalismo, había cierta desinformación en los contertulios y faltó un hilo conductor.
Iker preguntó a los compañeros de mesa quién era Craig Wright, si él inventó bitcoin y reflexionó sobre si bitcoin es el oro del siglo XXI.
Sobre la cuestión de Iker de quién es Craig Wright. Es el Director Científico de nChain, empresa pionera en blockchain. Dice poseer la nada despreciable cifra de 3.208 patentes sobre blockchain, muchas más que China.
Su infancia vino marcada por la ausencia de su padre. Ese hueco afectivo fue cubierto por su abuelo materno a quien llamaba, cariñosamente, Pop. Craig admiraba a su abuelo y cuando estaba con él su cerebro explotaba. La conexión entre ambos era muy fuerte. Su abuelo, técnico de radio, inventaba continuamente y Craig era testigo privilegiado. También fue un apasionado de la criptografía, conocimiento que le sirvió para ayudar al General McArthur, tras alistarse a filas y combatir con los Aliados en la Segunda Guerra Mundial. Formó parte del famoso grupo “Los rompecódigos de Bletchley Park” que, capitaneados por Alan Turin, ayudaron a desencriptar los mensajes alemanes en dicha contienda.
Los conocimientos criptográficos del abuelo de Craig ayudaron a descifrar mensajes encriptados de los japoneses (cuyas costumbres llegó a conocer a fondo) sobre sus movimientos y próximos ataques en el Mar de Coral.
La forma de actuar y de razonar de Craig están condicionados por su Síndrome de Asperger y su elevado Cociente del Espectro Autista (una puntuación de 45 sobre 50). Sus detractores no tienen en cuenta este aspecto para comprender sus acciones y afirmaciones. Ante la pregunta de si posee las claves privadas que permitirán mover los primeros bitcoins, Craig ha contestado alguna vez que no, provocando la salida en tropel de los oportunistas de turno para hacer sangre y acusarle de farsante. Craig entiende el mundo de manera literal. Según dice, posee un informe psicológico realizado por expertos, que ha determinado que no sabe lidiar con la mentira. Es cierto, Craig ha afirmado más de una vez que no posee las llaves privadas. No, él no las tiene. Están bajo custodia de los Trusts que él creó pero de los que no es fideicomisario, sino personas de su confianza. Y lo hizo así para no verse forzado a mover las monedas o para evitar que se los confiscaran porque, según afirma Craig, mucha gente se ha enriquecido a su costa en el pasado y pretende evitarlo con este tema. No existen respuestas erróneas sino preguntas incorrectas.
Como buen asperger se obsesiona con las cosas y no para hasta dominarlas. La admiración por su abuelo se tradujo en adquirir de él aquellos temas que acabaron obsesionando a Craig desde pequeño: inventar algo que ayude a mejorar el mundo, dominar la criptografía y conocer la cultura japonesa… ¿les suena?
Además, Craig fue pastor de la iglesia presbiteriana durante muchos años. Tiene estudios de Teología y es un firme creyente en Dios. Por todo lo anterior, se le presuponen unos valores arraigados como el altruismo y la ayuda a los desfavorecidos. Craig ha afirmado que, cuando acabe este proceso accederá a las monedas objeto de este proceso y con ellas hará donaciones de su riqueza. El destino será fomentar la enseñanza en países pobres. También afirmó que regalaría teléfonos móviles a quienes están fuera del sistema bancario para, mediante su invento, facilitar transacciones económicas y el comercio sobre el que sustentan sus vidas los más desfavorecidos.
Craig tiene un tío con un respetable pasado militar, que ha afirmado bajo juramento en este juicio que, meses antes de que viera la luz, su sobrino le dio una copia del borrador del whitepaper que más tarde Satoshi mostró al mundo. Le pidió que lo revisara y el tío recuerda que estaba escrito en un inglés mejorable y muy técnico para él. No tiene dudas de que Bitcoin fue idea de su sobrino y lo creó él solo, sin ayuda. Cuando su tío le preguntó a Craig por qué eligió el pseudónimo de Satoshi Nakamoto, Craig le dijo que fue un homenaje a Tominaga Nakamoto, un filósofo equivalente al Adam Smith que escribió “La riqueza de las naciones”.
Hay varias personas influyentes en el mundo cripto que aseguran haber visto a Craig mover las primeras monedas a las que solo el inventor de bitcoin podía tener acceso pero lo ha hecho en petit comité. Craig, que también tiene estudios de Economía y Derecho (y de muchos otros ámbitos), sabe diferenciar entre propiedad y posesión. Afirma que no empleará las llaves privadas para realizar una transacción de las primeras monedas si no se lo solicita un juez. De hacerlo sin garantías, sus críticos dirían que las ha robado.
Craig sabe que poseer las llaves de una casa no convierten al tenedor en su propietario. La propiedad viene dada por la titularidad en el Registro de la Propiedad o una escritura otorgada ante notario.
Sobre la cuestión de Iker de si Craig Wright inventó Bitcoin. Todo invento que no ha sido producto del azar, lleva la huella de su inventor y responde a unas necesidades que su creador pretende resolver. Analizando el protocolo Bitcoin podemos llegar a tener una idea de cómo debe ser su creador. Bitcoin es una máquina de la verdad porque registra de manera pública las transacciones entre dos individuos. La verdad, la inmutabilidad, la trazabilidad y la transparencia adquieren un gran significado en bitcoin y van contra cualquier idea de corrupción.
Bitcoin emplea la criptografía para asegurar la validez de las transacciones sin necesidad de intermedios. Además, Bitcoin se entregó gratuitamente al mundo a pesar de haber invertido recursos en su mejora durante más de 20 años de investigación y perfeccionamiento.
Por último, su inventor emplea un pseudónimo japonés para enmascarar al creador. Verdad e inmutabilidad, criptografía, gratuidad y altruismo, respeto por la cultura japonesa… Esas eran sus obsesiones desde niño. En Bitcoin, todo apunta a Craig Wright.
Ángel Niño, concejal de innovación del Ayuntamiento de Madrid, contertulio en el programa de Iker Jiménez, no tardó en poner en entredicho la figura de Craig Wright recordando el apodo que le han puesto sus detractores: Faketoshi (el falso Satoshi). Este apodo queda lejos. Apareció en 2016 y se hizo una fuerte campaña para difundirlo. Desde aquel año hasta hoy ha aparecido abundante información y, cada vez más, testimonios de terceros a favor de la figura de Craig como inventor de Bitcoin.
Sobre la reflexión de Iker de si estamos ante oro digital. En el programa, sorprendentemente no se habló de bitcoin sino de otra cosa diferente a la que promulgó en su día Satoshi Nakamoto y bautizó como tal. El auténtico bitcoin (BSV, Bitcoin Satoshi Vision) es el que respeta la definición de su creador. Ni siquiera se nombró en el programa. Se hacía referencia al que cotiza a 65 mil dólares y que tantos nuevos millonarios ha hecho o que han intentado robar al fundador de Tuenti. Sensacionalismo puro.
Debería llamar la atención que Craig sea el líder de un grupo que ha devuelto Bitcoin al protocolo original. El inventor ha restaurado el daño hecho a su creación. Otro aspecto para reafirmar que él es Satoshi. Para Craig el dinero es poder y algunos hacen lo que sea por poder, hasta modificar el protocolo en beneficio propio. Con un protocolo que no pueda modificar nadie a su antojo se evita la corrupción. Por eso lo ha sellado, para siempre.
El oro se guarda y se espera que se revalorice pero no se emplea para pagar el café o la barra de pan. El whitepaper hace referencia a cash, dinero líquido y los micropagos son una parte muy importante en la aportación de bitcoin. Micropagos y oro digital van en sentidos opuestos. Como BTC y lo que definió Satoshi como bitcoin.
¿Qué puede pasar ahora en el juicio del siglo? Si Craig pierde el juicio, el juez le ordenará que transfiera la mitad del 1,1 millones de bitcoins al hermano heredero de quien fuera su amigo y coinventor de bitcoin. Craig, o mejor dicho su Trust, se verá obligado a mover los bitcoins iniciales, minados por Satoshi. Si Craig gana, no tiene que hacer nada. En cualquier caso, se reconocerá que él inventó bitcoin.
Gracias Iker por mostrar por primera vez en una televisión española al inventor de bitcoin aunque no se haya mostrado su invención sino otra cosa. El sensacionalismo también se consigue contando la historia real, repleta, en este caso, de ingredientes para una serie de suspense. Gracias por este primer paso en el camino. 2,4 millones de personas ya le han puesto cara a Satoshi.