Hay que generar la necesidad de que se vacunen

De mi círculo más próximo, únicamente una persona no ha querido vacunarse. Y por más que le hemos intentado persuadir, no ha habido forma. Dice que prefiere esperar y que no se vacuna porque no le hace falta. No utiliza ningún argumento lógico ni coherente, sino estupideces que ha leído en las redes sociales sin contrastar de dónde salen ni quién las ha escrito.

Es por ello que animo a las autoridades a crearles esa necesidad, de forma que se establezca por Ley que aquellos que no estén inmunizados, no puedan usar el transporte público, ni hospedarse en un hotel, ni ir al cine o al teatro, ni comer en un restaurante o un bar. Creada la necesidad de vacunarse, la inmensa mayoría se vacunará.

Cuando le dije a este familiar si veía que nos hubiese pasado algo a los que sí nos hemos vacunado, me respondió: “No todavía”. Como si temiese que los 4.000 millones de personas que han recibido alguna dosis de la vacuna fuesen a morir o a enfermar repentinamente cuando transcurran los años.

¿Acaso se ha testado alguna vez un medicamento o vacuna en tantísima gente? ¿No les parece que ya ha transcurrido tiempo más que de sobra para haber constatado que las vacunas no solo no dan problemas serios sino que son altamente eficaces para evitar muertes y complicaciones graves a quienes se infectan de Covid-19? Pues parece ser que no. Que para algunos sólo les sirve o bien que les obliguen o bien que tengan la necesidad de vacunarse para entrar en las discotecas, en el transporte público, en aviones y barcos, en restaurantes…

Y aún más alarmante es que entre esta gente que no se quiere vacunar haya personal sanitario que, ignorando la ciencia, crea que tiene pocas posibilidades de infectarse, que la vacuna supone un riesgo para su salud o que no sirve de nada. ¿Pero qué les enseñan a los profesionales sanitarios que incluso dudan de cosas de las que, por su formación, no debieran dudar?

En España tenemos la suerte de tener a una enorme porcentaje de la población ya vacunada, pero, aún así, creo que, tras los cambios legales pertinentes, deberíamos exigir la vacunación para multitud de actividades, como visitar a personas ingresadas en hospitales y residencias, por supuesto al personal sanitario, y para el uso de establecimientos o transporte público. Ya lo han hecho en otros países y creo que habría que sumarse al carro.