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¿Un pez o una caña?

jueves 21 de octubre de 2021, 05:00h

Esta mañana me he levantado indignada al ver, la última buena idea del gobierno: “dar a nuestros jóvenes, limosna”, unas ayudas para tener una vivienda digna y para sus hobbys.

Claro está, ¡Cómo ya no hay religión en los colegios, se saltaron la parábola del pescador!: ¡No regales un pescado, dale una caña y enséñales a pescar!

Nuestros dirigentes se sienten misericordiosos y con el dinero de los autónomos que ya no pueden llegar a final de mes y los pequeños empresarios, van a dar las ayudas, endeudando más al rebaño y a un país que subyace en una deuda que en décadas podrá subsanar.

¿Acaso algunos piensan que la impresionante subida de la inflación es porqué sí?

Es una vergüenza que nuestro gobierno piense que dar limosna es la solución a personas jóvenes, de 18 a 35 años, que están sanas y pueden trabajar.

¿Nadie se ha parado a pensar, que sería mucho mejor darles empleos más dignos, dotar de esas ayudas a esos autónomos y pequeños empresarios, para que puedan contratar a personas y crear una cantera de profesionales que se sientan satisfechos en sus puestos de trabajo?

Llevo en el mundo de los Recursos Humanos toda mi vida y son varias las empresas que me piden, en los procesos de selección que realizo, trabajadores cualificados.

Pues bien, no se encuentran profesionales cualificados que quieran trabajar y en muchos casos, en la entrevista, lo primero que me preguntan es cuantas horas tienen que trabajar, cuántos festivos tendrán y cuánto ganarán.

Son pocos los que indagan sobre la descripción del puesto de trabajo y sobre si darán la talla para poder desempeñar sus funciones y si se sentirán realizados para ello.

En el mejor de los casos dicen que “quieren tener experiencias”, como si se tratara de una gincana.

Si a una persona joven y sana le das limosnas, lo único que consigues es que siempre dependa de ti, de papá estado y que nunca se independice, o ¿tal vez es lo que buscan nuestros dirigentes?, ¿una vez más, pan y circo al pueblo?

Ayuden a los autónomos y empresarios para que puedan enseñar a jóvenes en nuevos empleos, cambien el plan de formación por algunos que sean válidas y le preparen para el mercado laboral, pero por favor, dejen de tratar al pueblo como si fuéramos patanes, por el mero hecho de que se acercan unas elecciones y necesitan más votantes.

Hoy les darán 250€ para alquilar una casa, donde no podrán pagar sus gastos de luz y alimentación y mañana tendrán a todo el país mendigando más y más ayudas para subsistir.

Consigan que no haya un autónomo que no se lleva un salario digno y que pueda de esa forma contratar a un joven al que educar y enseñar para que, a través de un correcto mentorado, llegue a ser un gran profesional.

Estamos creando una sociedad de incultos, vagos y desquiciados que llenan las consultas de los terapeutas porque se sienten frustrados y sin ganas de vivir.

¿Cuándo se acabarán estas políticas insultantes, que solo saben empeorar las cosas?

Si eres madre o padre y me estás leyendo, ¿no estás cansado de tener un nini en casa que no sabe hacer nada?, o tal vez, tú mismo ¿has llegado a una edad en la que no sabes que hacer con tu vida?

Luchemos, queridos lectores, por un país digno, por una vida digna y por un mundo con otros valores, o el perro al que ahora alimentamos con limosnas, mañana nos comerá la mano.

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