...para que otros recojan las nueces" (Xavier Arzalluz).
Esta frase de quien fue unos de los personajes grises, turbios e infames de la Transición estaba referida a ETA y la independencia del País Vasco. Esas palabras que, puestas en contexto, producen escalofríos, pues lo único que hacen es justificar el tiro en la nuca, hoy en día mantienen su vigencia, pero trasladadas a los árboles de la Rambla de Barcelona.
Barcelona es una ciudad europea que siempre ha sido la más moderna de España y ahora lleva camino de convertirse en territorio comanche. Quien tiene el honor de presidir la ciudad, la señora Colau, es la que ha animado a los jóvenes a la desobediencia, como en su día lo hizo el humanoide (y le hago un favor) presidente con el 'apreteu!!!'. Los gobernantes de medio país están trabajando para que cambie el status quo y nazca un estado republicano anarquista, pues cuando intenten poner orden en las calles, o bien fracasarán o deberán seguir lo que han hecho sus mentores Castro y demás dictadores de gatillo fácil.
Desde hace un tiempo se ha aceptado como normal la desobediencia civil de las normas de un estado democrático, y ha sido animada, dicha desobediencia, desde la propia autoridad que debe velar por el mantenimiento del orden público. Ejemplos del semi difunto Pablo Iglesias, de Ada Colau, de Echenique, de Monedero, del premier Sánchez, son múltiples y variados. De todos ellos, cuando hacen una declaración en relación a un altercado público, la noticia son los excesos de la policía, nunca la responsabilidad es de los convocantes o de los propios participantes. Nunca pensé que tendría que dar un paso adelante y defender a la Policía, pero lo hago con orgullo.
Estos políticos que sufrimos juegan con cosas que no tienen remedio, como dijo el gran Serrat, y es que han creado un colectivo de descerebrados que se creen su discurso y cada ocasión es buena para romper escaparates y mobiliario urbano que se repone, obviamente, con nuestro dinero, dinero de los que no somos de esa cuerda.
Han creado un monstruo que se les ha ido de las manos y que no tienen capacidad de domesticar, pues se han creído la vida que les han dicho que tendrían: no pegar sello y el estado lo paga todo.
La vida de adulto no va de eso; va de trabajar, de abrir negocios y pagar los TC el día que toca, pues ese mismo gobierno que te deja hacer kale borroka te carga un 20% a ese TC. La vida no es cerveza y fiesta; la vida es pasarlas muy putas para sacar adelante una familia, pues entre salarios bajos, impuestos altos, combustibles inaccesibles, olvídate de comer ternera, que si tienes suerte comerás pollo congelado, pero del malo…
La vida no es la fiesta que esos analfabetos gobernantes te habían prometido. La vida es felicidad, pero también drama; es vivir, pero también morir; es verano, pero también mucho invierno; son luces y muchas sombras, y tú, gamberro y borracho que te diviertes rompiendo lo que con su esfuerzo construyen los demás, serás de adulto un desgraciado, pues no te has preocupado en formarte en nada que no sea beber, y tendrás el cerebro, si no lo tienes ya, hecho fosfatina y supondrás una carga para los que sí nos hemos tomado la vida en serio y hemos hecho las cosas lo mejor que hemos sabido.
Las negligencias de ahora no serán gratis y las pagaremos nosotros y las siguientes generaciones. Quizás deberíamos pedir responsabilidad a quienes alimentan a ese monstruo. Yo no puedo más con esas actitudes.
Como circula en las redes, da igual cuando lo leas, Dalmau dimisión.
Si (
No(
