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Non placet proposita Clavijo

Por Jesús Antonio Rodríguez Morilla
jueves 10 de mayo de 2018, 01:17h

El sentido genuino de esta frase se dice que proviene de allá por los años 1500, de una carta dirigida por Erasmo de Rotterdam a Thomas Moro, respecto a su desacuerdo con la política del Cardenal Cisneros en España. (Non placet Hispania).

En este caso, y con las oportunas reservas, creo que podría resultar aplicable a las declaraciones formuladas en Santa Cruz de Tenerife, por el Presidente del Gobierno de Canarias, D. Fernando Clavijo a E.P. respecto al “protagonismo” de una estrategia de gobierno abierto ¿?.

Con todo el respeto que merece cualquier declaración institucional, en esta ocasión la noto vacía de contenido, pero repleta de carácter político a la búsqueda de unos destinatarios supuestamente inmersos en los Cabildos y Ayuntamientos.

Permítame la licencia Sr. Presidente, no me cabe la menor duda de sus buenas intenciones y las de su equipo de gobierno, pero una de las la mejores inversiones de esta vida, es la formación funcionarial para que de esta forma repercuta en el bienestar de los ciudadanos, evitándose esa burocratización que según sus propias palabras, hay que corregir.

¿Cómo?, procuren incidir en la formación de carácter continuo y especializado del funcionario, la cual, se encuentra en sus manos.

Cualquier Administración Pública conoce que uno de los más llamativos aspectos por llevar a cabo en su ámbito de actuación son probablemente los: CONTROLES DE EFICACIA, EFICIENCIA, ECONOMÍA E INTEGRIDAD, lamentablemente, no lo suficientemente desarrollados por alguna de ellas.

Según Palomar Olmeda, resulta primordial la garantía de eficiencia de los fondos públicos y actuaciones profesionales, mediante una publicidad adecuada, transparente e imparcial en los procedimientos de ejecución. O sea, la disponibilidad de unas pautas o valores de referencia, frente a los cuales sea posible establecer comparaciones.

Según R. Tamames, la misión de la eficiencia es estrictamente económica, mientras que la económica es organizativa o administrativa.

En cuanto a la evaluación de la eficacia de una gestión, no puede plantearse seriamente si no se dispone plenamente de una planificación asentada en unos programas, en los cuales los objetivos aparezcan claramente establecidos y cuantificados en la medida de lo posible. Es decir, a través de la eficacia medimos la relación entre los recursos empleados y los resultados obtenidos.

En la actualidad, nuestro sistema puede decirse, nos ofrece una mezcla de los ingredientes mencionados.

Dichos controles, son considerados a priori como una auto tutela de las AA.PP. y deben encuadrarse como una actuación enérgica de éstas a través de los servicios prestados.

Resumiendo, estos principios son extrapolables a cualquier fase con el fin de preservar el principio de transparencia e igualdad de trato y evitar que, mediante dichas técnicas se pueda "pervertir" el procedimiento y sus reglas.

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