Condicionada, como el resto del sector y de la actividad económica y turística en general, al avance en la vacunación y a la relajación de las limitaciones a la movilidad, la compañía espera un buen verano y se muestra prudente respecto al cuarto trimestre, debido a la más lenta recuperación esperada del segmento urbano.
La compañía, que cerró el trimestre con 230 millones de euros de liquidez, ha culminado la refinanciación de los vencimientos para 2021 y está preparada para una posible operación de venta de activos.
El vicepresidente ejecutivo y consejero delegado de Meliá Hotels International, Gabriel Escarrer Jaume, ha afirmado que los resultados del primer trimestre "no ofrecieron sorpresas", debido al estancamiento de la demanda impuesto por una tercera ola de la pandemia, que "llegó sin haberse alcanzado la inmunidad en la mayoría de países".
En consecuencia, Escarrer ha destacado que el grupo mantuvo su Plan de Contingencia, consiguiendo asegurar la liquidez necesaria y reducir en un 54,2 por ciento sus gastos operativos durante el periodo, acelerando al mismo tiempo el proceso de digitalización y la implantación de un nuevo modelo operativo, y avanzando también en su estrategia de ESG.
El grupo ha contabilizado unas pérdidas netas de 130,9 millones de euros en el primer trimestre de 2021 por las restricciones de la tercera ola de Covid-19. De esta manera, los ingresos consolidados cayeron un 73,9 por ciento respecto al mismo periodo de 2020, hasta alcanzar los 76,3 millones de euros.
Además, el resultado bruto de explotación (Ebitda) ha reflejado un resultado negativo de 51,2 millones de euros, lo que representa una caída del 460,4 por ciento, "evidenciando la imposible comparación entre el resultado de ambos periodos, derivada del desplome de la demanda en los tres primeros meses de 2021", ha asegurado la compañía hotelera.
Los gastos operativos se redujeron un 54,2 por ciento respecto al año anterior, y el ingreso medio por habitación (RevPAR) descendió un 68,6 por ciento.
Al mismo tiempo, durante el primer trimestre, Meliá mantuvo cerca de un 50 por ciento menos de habitaciones operativas que en el primer trimestre de 2020, y una ocupación del 19,7 por ciento, lo que supone un 32,5 por ciento menos que en el año anterior.
Asimismo, la demanda se centró casi exclusivamente en el mercado local y no hubo actividad en el segmento internacional, ni en el corporativo y MICE (congresos, reuniones e incentivos).