El nuevo entrenador no cambia la dinámica

El CD Tenerife no conquistó punto alguno ante el Girona FC (0-1), en un partido muy igualado, donde el equipo blanquiazul, en el debut de su nuevo técnico, Raúl Agné, no mereció cosechar un resultado tan negativo. Sin embargo, el acierto de Lejeune, con un certero cabezazo, sirvió para desnivelar la contienda.

En ese intercambio de ‘golpes’ inicial, con llegadas a ambas áreas, fue el Girona quien salió beneficiado, ya que tras un lanzamiento de esquina, el central Lejeune, con un certero cabezazo, puso en ventaja a la escuadra catalana (8’). Antes, el CD Tenerife había acumulado varias aproximaciones peligrosas a los dominios de Isaac Becerra.

Cumplido el primer cuarto de hora de partido, Aitor Sanz buscó la igualada con un fuerte disparo que no encontró portería. A pesar de ese inconveniente de verse por detrás en el marcador, el conjunto del debutante Raúl Agné no le perdía la cara al choque. Además, Dani Hernández respondió con acierto, tras un lanzamiento algo escorado pero con mucha potencia de Felipe Sanchón (27’).

De nuevo entró en acción el internacional venezolano para rechazar el cercano remate de Sandaza (31’). El Girona demostraba el porqué de su buena clasificación en la presente temporada en la Liga Adelante. Un partido de ida y vuelta, con dos equipos que iban a por los tres puntos. Ambas escuadras enfilaron el camino de los vestuarios con cero a uno.

Juan Carlos entró en acción en la segunda mitad para disputar sus primeros minutos en el Heliodoro Rodríguez López, después de debutar como tinerfeñista, el pasado fin de semana, en la visita al Carlos Belmonte. Albizua buscó la igualada con un cabezazo, tras un córner, que detuvo Becerra (55’).

Cuatro minutos después, el local Víctor dispuso de una clara ocasión, con un balón dentro del área que acabó con un remate del extremo catalán que se marchó fuera (59’). Antes, Becerra se anticipó por muy poco a Diego Ifran.

El CD Tenerife lo siguió intentando hasta el final, incluso con una acción que se reclamó como penalti después de una mano dentro del área visitante, que Daniel Ocón Arráiz no consideró como merecedora de pena máxima (0-1).