Cabe recordar que Trapero estaba acusado de rebelión y también de sedición, cargos de los que ha sido finalmente absuelto.
La imputación del mando policial de la Generalitat cobró forma en octubre de 2017. Posteriormente, con arreglo de la aplicación del artículo 155 de la Constitución que decretó la suspensión de las competencias autonómicas en Cataluña, el Gobierno central entonces liderado por Mariano Rajoy decretó la destitución de Trapero.
Después de las siguiente elecciones, una vez refrendado el actual pacto de gobierno entre Junts y ERC, la Administración catalana optó por reincorporar a Trapero a la cúpula de mando de los Mossos, pero sin restituirle, al menos oficialmente, en su anterior responsabilidad como jefe máximo del Cuerpo autonómico.