La moción de censura contra Sánchez, que solo logró sumar los votos de Vox, tenía un objetivo oficial y otro inconfesado. El primero consistía en reprochar a Sánchez su catastrófica gestión y su deriva autoritaria, y en ese sentido la censura no podía resultar más pertinente.
El segundo perseguía, más que burlarse del PP llamándole "derechita cobarde" (tal vez, por un exceso de prudencia de Rajoy), debilitar más aún al PP en beneficio del candidato de Vox, al poner al PP en un brete con su sentido del voto, entre la espada y la pared, pues cualquier sentido sería negativo para la derecha que le vota.
Este propósito de Abascal molestó tanto al PP que Casado tomó represalias contra Abascal reprochándole duramente poner al PP al borde del precipicio. Pero le salió el tiro por la culata porque lo que consiguió es dividir aún más a la derecha, odiándose ahora ambos votantes de derechas. ¿Resultado? La derecha volverá a gobernar España tal vez dentro de una generación por culpa de Abascal, que tenía que haber sido más prudente negociando antes con el PP lo que éste votaría. Fue un salto al vacío imprudente de la "derechita temeraria".
Abascal desaprovechó la oportunidad de aceptar el ofrecimiento de Casado de formar la coalición España Suma, a semejanza de Navarra Suma, que hubiera conseguido más diputados en el Congreso, porque todos los votos a Vox en las provincias que no consiguieron diputados se desperdiciaron, cuando podrían haberse sumado a la coalición. Y tal vez habrían gobernado si Cs también se hubiera sumado a la coalición, que después quiso hacer con el PP en las elecciones autonómicas.
Ahora, en la moción de censura Abascal pretendió hacer demasiado tarde una coalición con el PP para echar a Sánchez del gobierno, a sabiendas de que no tendría los votos necesarios. Bastaba hacer una REPROBACIÓN al gobierno socialcomunista si no podía echarle. Entonces el PP hubiera votado SI, puesto que ya había presentado una reprobación a Iglesias.
Pero el objetivo de Abascal no era solo censurar al gobierno, sino hacer una "OPA hostil" al PP obligándole a votar cualquier cosa que habría sido censurada por una parte de la derecha, con el objetivo de debilitar al PP en su provecho.