OPINION

Los ayuntamientos han dicho basta

Jaime Orfila | Sábado 12 de septiembre de 2020

No es para menos. La administración local es la más cercana a los ciudadanos. La que recibe el mayor impacto en las situaciones de crisis y la que se vuelca con los necesitados. Sin duda, la que más sufre los escenarios de depresión económica.

No pueden poner números clausus, ni dejar de asistir a los que están en precario, por muchos que sean. Tampoco pueden mirar hacia el otro lado.

Sus termostatos son hipersensibles a la falta de empleo, al hambre y a la inseguridad de los vecinos. La demanda de necesidades básicas delatan con rapidez las dificultades de la gente, las penurias de las familias, los cambios de tendencia y la magnitud de sus limitaciones.

Las entidades locales son las que aportan recursos para que funcione la educación, la sanidad y la protección social en sus territorios. Las que a pie de calle, codo con codo con los ciudadanos, afrontan con sus medios, la solidaridad de los vecinos y de entidades sociales las que actúan de dique de contención ante las situaciones de exclusión social.

Las mismas que viene haciendo, por ley, un ejercicio de ahorro de alto impacto. Han ahorrado mucho y bien. Esperan poder utilizar sus ahorros generados con mucho esfuerzo, sus ahorros, sus propios ahorros, para seguir dando estos servicios.

Ante esta imperiosa y urgente necesidad de disponer de medios económicos para afrontar la dramática situación en la que estamos inmersos se encuentran con el intento del ejecutivo de quedárselos en forma de préstamo. O lo que es lo mismo de no poder disponer de ellos ahora y ya.

De nada han servido los intentos de difuminar la propuesta. La ingeniería comunicativa se ha encontrado con un muro. Los ayuntamientos han dicho no. El gobierno ha perdido la votación sobre la convalidación del real decreto para que los ayuntamientos puedan usar el superávit acumulado.

La fórmula arbitrada por el Ministerio de Hacienda ha sido rechazada. Solo ha encontrado el cobijo de los socios del gobierno de coalición social comunista y de Teruel existe -triste papel el suyo-. El resto de formaciones políticas, que conforman el amplio y diverso arco complementario ha votado a favor de que la gente, independientemente de su ideario, disponga de lo que es suyo. Han coincidido todos. Han coincido grupos que no tienen nada en común. Y nada es nada; lo que refleja que el ejecutivo está de espaldas a lo que los ciudadanos necesitan por mucho que lo intente disimular.

El gobierno se ha colocado, solito, fuera de la realidad. El municipalismo, como cuál David, a vencido a Goliat. La democracia tiene estas cosas. Buen finde


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