En Pescadero y Santa Cruz, el fuego ha calcinado, por el momento, más de 31.000 hectáreas, ha ocasionado daños a unos 300 casas y edificios, algunos de los cuales han quedado completamente destruidos, y se ha cobrado la vida de un anciano de 73 años de edad que, pese a sus desesperados esfuerzos, no consiguió escapar de las llamas.
La buena noticia es que, progresivamente, los bomberos van logrando contener la ferocidad de los incendios en estas dos áreas geográficas de California, y eso mismo ocurre tanto en Napa, donde el fuego se halla controlado en un 27 por ciento, como en San José, donde los siniestros van cediendo también terreno, aunque muy lentamente.
Al mismo tiempo, en el conjunto del estado, unas 200.000 personas permanecen evacuadas sin que la evolución de los incendios les permita, ahora mismo, regresar a sus hogares. Además, otros siete residentes continúan en paradero desconocido desde que se inició la ola de incendios, sin que haya sido posible, por el momento, localizarles y confirmar que se encuentran con vida.
En cifras globales, sumando todos los focos que en algún momento se han mantenido activos, California ha sido escenario estas semanas de más de 360 incendios. El origen de buena parte de estos siniestros parece hallarse en la tormenta eléctrica que tuvo lugar en el estado a mediados de agosto, cuando cayeron más de 10.800 rayos.