Dada la incertidumbre del comienzo del curso con los efectos de la pandemia del coronavirus y con posibles problemas de conciliación familiar y laboral, ahora más que nunca, los padres deben tener la libertad para escoger el centro educativo que más les convenga.
Se tendría que instalar la zona única de escolarización por localidad, de manera que los padres de alumnos puedan elegir cualquier centro escolar público o concertado que deseen dentro de su mismo municipio. Y, así, favorecer al máximo el ejercicio del derecho de elección de centro educativo por parte de las familias y la conciliación entre la vida familiar y laboral.
De esta manera, el área de influencia de los centros sostenidos con fondos públicos se determinaría de forma que ésta sea lo suficientemente amplia a los efectos de facilitar la elección de centro por parte de las familias. Con carácter general, se establecería una única área de influencia para todos los centros educativos sostenidos con fondos públicos ubicados en una misma localidad, y, así, en Palma, se reduciría a una única zona escolar.
La zona única educativa es una medida pionera en el ámbito educativo y muy necesaria en los tiempos que corremos. Establece la libertad de elección de centro escolar y, entre otros aspectos, facilita que los hermanos estudien en el mismo centro, evitando así la dispersión en las familias, garantizando el derecho a la educación, el acceso en condiciones de igualdad, y la libertad de elección de centro por padres o tutores y una mejor conciliación de la vida familiar con las obligaciones educativas.
El problema que se avecina agravará mucho más la carencia que padecen muchas familias, la conciliación familiar y laboral. Hay que facilitar a los padres trabajadores esa conciliación que tanto se cacarea, pero que está a años luz de tantos países europeos.