Que es tanto como exclamar “Desde Rusia con amor”, pero menos. Porque, a fin de cuentas, de eso se trataba, de cariño. Y cariño ha habido y mucho. El más cariñoso, el Rey. Ha repartido salutaciones a la panda gubernamental que se ha pasado estas últimas semanas dándole caña a su señor padre, a su pecunio, a todos sus ancestros borbones, como sinónimo del alzamiento republicano en ciernes. Mientras tanto, a un paso, en la senda de la salutación el glamuroso aspirante a presidir el primer gobierno de la tercera república, saltándose protocolo y orden y concierto. Para eso y para mucho más el chico de la Begoña es el más lindo de la clase.
Seguramente esto de san Millán habrá costado una pasta. Dos noches en hotel de cinco estrellas de un mogollón de presidentes, vicepresidentes, ministros, consejeros,asesores, escoltas, asistentes de protocolo, fotógrafos de las respectivas cortes autonómicas y central, habrá superado el moco de pavo, normal. Sin contar, naturalmente, el paseo y tapeo y cenáculo por la calle del Laurel, revitalizada con tanto político haciendo tiempo.
Y hablando de tiempo, el presidente vasco, se tomó el suyo, encasquetado de buena madruga en su alta gama de cristales tintados, esperando que su consejero de Hacienda le diese el “sus” de salida. Y cuando se le dio, la sonrisa de satisfacción de haber sabido vender su presencia, su alta e imprescindible presencia en la mesa ovalada de los caballeros del rey Sánchez. Su Euskadi había logrado más dinero, más deuda y más déficit con el sí del susodicho Sánchez. Los dos, chantajista y chantajeado, felices y contentos del vis a vis a precio de “canari jové”, pero tanto da, lo importante es aparentar unión. Es decir, que el cariñoso apareamiento Sánchez y Urkullu, tuvo su precio. Normal entre tal catadura de personajes. Uno, vende su alma al diablo cada día y el otro vende su cariño insincero a buen precio.
Que de eso se trataba, de repartir dinero con cariño. Obviamente los celos comenzaron a aparecer, pero no será por mucho tiempo. El manantial del aprecio volverá a manar, con toda normalidad, aunque salte el presidente aragonés con un ligero sobresalto. A fin de cuentas, lo importante es el pan para hoy, lo de mañana, sea hambre o piojos o ambas cosas a la vez, poco importa. Ya no estarán, los habrán sustituido otros personajillos, aspirantes a desatascadores de crisis, con toda la ilusión y cariño precisos.
Ya está ese hombre soliloquio de apellido Illa, estudiando “con cariño” todas la peticiones y pretensiones de los presidentes y consejeros circundantes. Cariño que no falte, de planes, no se habla, de soluciones, menos, de análisis, pecado mortal laico, y de salud y economía del vulgo, ni mentarlas. Ni el macho alfa abrió la boca para defender a la “gente” que anda sin trabajo, camino de la pobreza y del hambre. Ni tan siquiera dejaron expresarse a los pocos incautos que le rodearon en Logroño, mandándole a su “casoplón” en Galapagar. Curioso que ese bolchevique ahora resulte que tiene a gala pagar sin presupuesto, a cheque limpio y sin control ni miramiento alguno. Es que los hay que están predestinados a vivir al grito de “¡Sí se puede, sí se puede!” y hacer cuanto les plazca.
Cinco horas de cháchara, cinco horas de intercambio de no se sabe qué, dado que, al finalizar, nos quedamos con un “descorazonador” del aragonés y una serie de lugares comunes de una ministra canaria de la cual no se conoce ni el nombre. El resto, huyó. Sánchez, Calvo, Calviño, Montero, Iglesias…, todos huyeron, ni aguardaron al postre. Ya quedó atrás aquellos plastas “aló presidente” de los sábados, al más puro estilo comandante, Chaves y Fidel, los dos al unísono. Hay que huir, no sea que pregunten qué costó la presencia de Urkullu, o que porcentaje de recuperación significa la caída del 22% del PIB, o cualquier otra chorrada inventada por los “malditos periodistas” que adornan su faena con bulos.
España se recupera; lo de la caída del consumo un 21%, lo del desplome del PIB un 22%, el incremento del déficit estatal 48.000 millones en el primer semestre, la inversión adornada de inutilidad y de déficit de explotación, son fruto del negativismo, de la desafección a la nueva normalidad. Fachas adoradores del exhumado. La uve de la recuperación anunciada por la despechada Calviño ni se la ve, ni se la espera. Es una sima lo que sí se ve y dramáticamente se anuncia. Una sima por la cual se despeñan millones de parados fabricados por la risitas bolchevique Yolanda.
Es el triunfo del despropósito que estamos contemplando y tragando. Ni en La Gloriosa tuvimos los españoles tanta paciencia. Será que éramos más españoles, más decididos y menos pasotas. Nada…, ¡vivan las caenas! y lo que nos traiga Sánchez con su Gobierno formado con ministros que sienten asco de pronunciar el nombre de su país y desprecian la bandera que les da de comer.
Mientras tanto, el emérito, harto de cariño, se autoexilia, el Ternera se libera, el Otegi se regenera, el Iglesias y sus vasallos reclaman guillotina republicana y el Sánchez, naturalmente, calla para tomarse tres semanas, tres, de vacaciones a cuerpo de rey, emérito se supone. Y ya se sabe; quién calla…, otorga.