OPINION

Lo que debe de pasar por la cabeza de Urdangarin

Francesca Jaume | Lunes 27 de julio de 2020

Por delitos de malversación, falsedad en documento público y fraude a la Hacienda pública entre otros Iñaki Urdangarín fue condenado a una pena de prisión de cinco años y diez meses.

Durante el tiempo que duró la instrucción de la causa penal por parte del Juez José Castro,muchas informaciones fueron apareciendo en los medios de comunicación, como por ejemplo la relación de Corinna Larsen con el Instituto Noos o las palabras que dirigió Juan Carlos I -monarca reinante entonces- a Urdangarin en el sentido de recomendarle que fijara su residencia fuera de España. Con ello, quien más quien menos dedujo que el rey emérito conocía los pormenores de los negocios de su yerno y los más suspicaces incluso afirmaron que directamente él estaba detrás y el exdeportista no era más que la cabeza visible, por lo que ahora estaría purgando en solitario una culpa que sería compartida.

Sea como fuere, qué duda cabe que las cifras económicas que se trataron durante la investigación del Caso Noos son ridículas en comparación con los doscientos ochenta millones de euros que, según se apunta, habría cobrado Juan Carlos I como ‘agradecimiento’ de la Casa Real Saudí por la adjudicación del AVE a la Meca. (Por si queda aún algún iluso que piensa que los beneficiarios de una contrata son libres de regalar su dinero a quien quieran, recordar que estas prebendas siempre provienen de hinchar el precio de las licitaciones públicas que sufragamos entre todas).

Pero todos sabemos que independientemente del cauce que pudiera tomar una eventual investigación de la causa, el rey emérito saldrá indemne -desde el punto de vista judicialporque el artículo 56 de la Constitución deja a las claras que el Rey es inviolable, por lo que no seguirá los pasos del esposo de su hija Cristina. Esto lo tenemos claro todos.

Entonces, ¿Qué le debe de pasar por la cabeza al recluso Iñaki Urdangarín después de que haya salido a la luz pública los presuntos cobros poco ejemplares de su suegro? Nos falta tanta información de todo lo que se cocía por aquel entonces en La Zarzuela que es difícil elucubrar una respuesta acertada, aunque, como humano que es, es probable que, en su interior, Urdangarin se alegre de que, como no se va a comer ni un día de cárcel, al menos Juan Carlos I pague el resto de sus días con la ‘Pena del Telediario’, o mejor dicho, la ‘Pena de la Hemeroteca’ en la que se le recuerde constantemente aquello de que "Afortunadamente, vivimos en un Estado de derecho, y cualquier actuación censurable deberá ser juzgada y sancionada con arreglo a la ley. La justicia es igual para todos".


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