Los contactos que ha mantenido Carmen Calvo con los representantes políticos son, hasta el momento, informales y van dirigidos, básicamente, a conocer cuál es la posición de cada partido en cuanto a la posibilidad de concretar una nueva prórroga del estado de alarma y, además, duplicar su duración.
El Gobierno entiende que un período de treinta días podría otorgar el margen suficiente para culminar la fase de desescalada en el que actualmente se halla inmerso el país, sin que fuera necesario acudir de nuevo al Congreso para solicitar una prórroga por otras dos semanas.
No obstante, las opciones con las que cuenta el Ejecutivo para lograr un apoyo mayoritario del resto de formaciones políticas no son excesivas. El principal grupo de la oposición, el PP, ya cambió su voto del ‘sí’ a la abstención en la última sesión celebrada en el Congreso, y en la próxima ocasión los populares podrían decantarse claramente por el ‘no’. De ser así, la propuesta del Gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos tendría perdida de antemano la partida, ya que no parece probable que pudiera compensar los votos negativos del segundo partido con más representación en la Cámara.
También por parte de Ciudadanos, que apoyó expresamente la cuarta prórroga del estado de alarma a raíz de las negociaciones establecidas a tal efecto con el Gobierno, la posición sobre una renovación de las medidas de excepcionalidad constituye una incógnita. La líder naranja, Inés Arrimadas, que ha mantenido una conversación telemática con el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, este martes, ha asegurado no haber sido informada de las intenciones de Moncloa de solicitar una nueva prórroga por treinta días. En cualquier caso, Arrimadas ha dejado claro que Ciudadanos será “muy exigente” con el Gobierno a cambio de prestarle respaldo.