Cuando los grandes generales o el propio César entraban triunfantes en Roma después de una gran campaña llevaban en su carro a un esclavo que además de sujetar la corona de laurel les repetía a lo largo del trayecto “memento mori” (recuerda que eres mortal); creo que en esos largos e intrascendentes discursos, al estilo Fidel, al Presidente se le tendría que colocar un esclavo, naturalmente manumitido, o simplemente un gentil y le debería recordar que es mortal. La sensación que da en esos discursos es que por una parte no es Churchill obviamente, y que por otra se cree un dios o semidiós, como mínimo. Señor Presidente, ni Vd. ni nadie de su gobierno está por encima de la Ley ni del bien ni del mal, y su nefasta gestión, en mi humilde entender, supondrá su decapitación política tal cual fuese un bárbaro.
Tengo el honor de participar en un chat de gente ilustrada y sabia (ellos, yo me limito a aprender) en el que un participante mencionó una frase del inefable Churchill (seguramente el premier más conocido) que dice “nunca antes tantos debieron a tan pocos” en referencia a nuestra deuda eterna de gratitud para con el personal sanitario. Cuanta verdad.
Pero hete aquí que mi empresario de cabecera contestó de inmediato, permitirán que le mantenga en el anonimato, “que nunca tan pocos jodieron a tantos”. Cuanta verdad.
Me temo que la situación que estamos viviendo es consecuencia de la segunda de las menciones que hago; personalmente no me dejo llevar por el desánimo, al contrario me encuentro tremendamente vitalista y no puedo evitar ver que estamos inmersos en un auténtico desastre, una calamidad, consecuencia de la incapacidad del Gobierno de la Nación; es obvio, visto lo visto, que no se puede constituir un gobierno con la frivolidad y temeridad que lo hizo el Presidente Sánchez. Intentó contentar a todo el mundo cuando es sabido que eso es imposible. Un filósofo en sanidad, unos compañeros de cama venidos a más, en trabajo alguien que no puede explicar un ERTE y que en el día más dramático de la historia del paro no puede parar de reír (hay que ser imbécil)… podría seguir pero les conocen mejor que yo.
Estamos ante un gobierno que es un despropósito plagado de ignorantes en sus áreas de gestión y que se ha convertido en el hazme reír mundial, desde el Washington Post hasta la República Checa se interesan por la inutilidad de nuestro Presidente y su Gobierno. Su gestión ha supuesto varias cosas, a cual peor, probablemente ha muerto gente que con otra gestión no hubiese fallecido (pienso en sanitarios sin epis y mayores que fueron objeto de triaje en los propios hospitales), probablemente han enfermado personas (detrás de los fríos números hay personas y dramas) que no tendrían que haberlo hecho y por último, y obviamente menos grave, se ha conseguido desacreditar a los políticos; los chistes, memes y demás caricaturas que se ha hecho de ellos demuestra el poco respeto que se le tiene. A Churchill le escuchaban y seguían, no se burlaban de él como está pasando con el señor Sánchez.
Ante el descredito de la clase política, el drama social que ha supuesto la pandemia del covid 19, la crisis económica a la que nos llevará la pandemia y la gestión del Gobierno es hora de que los ciudadanos podamos hablar y aprobar o suspender la gestión del Presidente Sánchez mediante la convocatoria de elecciones generales y autonómicas para el último trimestre del año. ¿Qué hay más democrático que unas elecciones?
Pedro Sánchez, recuerda que eres mortal, recuerda que debes pasar cuentas con tus ciudadanos de lo que les has hecho, si sólo tiene consecuencias políticas estarás de enhorabuena pero mucho me temo que las tendrás que dar explicaciones ante la Justicia, la cual también representa a la sociedad como tercer poder del Estado porque de verdad Montesquieu no ha muerto. Que pasen un feliz día de confinamiento.