Inés Arrimadas se ha reafirmado en la vía de los 221 diputados para que el próximo Gobierno salga de un pacto "constitucionalista" entre PSOE, PP y Ciudadanos. En su reunión de este lunes con el candidato socialista a presidir el gabinete, Pedro Sánchez, la líder de Ciudadanos ha asegurado que su principal objetivo en este encuentro ha sido el de "quitarle de la cabeza" al actual presidente del Ejecutivo en funciones la idea de establecer una coalición con Podemos que salga adelante con la abstención de Esquerra Republicana.
Contrariamente al máximo dirigente del PP, Pablo Casado, quien se reunió con Sánchez justo antes de que lo hiciera Arrimadas, la previsible futura presidenta de Ciudadanos ha asegurado que todavía conserva "cierta esperanza" respecto a la posibilidad de que el líder del PSOE renuncie a su alianza con Podemos. De hecho, Arrimadas ha concretado que "todo depende" de que ERC acepte abstenerse en la investidura, ya que "si no es así, el Gobierno Frankenstein no resultará factible, y Sánchez, tal vez, se vea obligado, aunque sea por necesidad, a abrir la alternativa constitucionalista".
La más que probable sucesora de Albert Rivera ha destacado su convicción de que los españoles "no quieren un gobierno con populistas e independentistas", sino un Ejecutivo basado "en un gran bloque constitucionalista". En este sentido, Arrimadas ha hecho también un llamamiento al PP para que "no dé excusas a Sánchez". A su juicio, si el PSOE recurre al pacto entre los partidos constitucionalistas "Casado se tendrá que sentar", pese a las reticencias que el propio político popular ha manifestado tras su encuentro con el presidente del Ejecutivo en funciones.
Inés Arrimadas ha puesto sobre la mesa, durante la reunión con Sánchez, un documento que incluye cuatro propuestas, entre las que se encuentra una reforma de la ley electoral para elevar las exigencias a la hora de que los partidos dispongan de representación en el Congreso.