Según Birth Registration for Every Child by 2030: Are we on track? (Registro de nacimiento para cada niño en 2030: ¿vamos por el buen camino?), el informe que lanza UNICEF coincidiendo con el 73 cumpleaños de la organización, la proporción de niños menores de 5 años registrados a nivel mundial ha pasado del 63% de hace 10 años, al 75% actual.
“Hemos recorrido un largo camino, pero demasiados niños siguen cayendo por las brechas del sistema. No son contabilizados y no cuentan”, explica Henrietta Fore, directora ejecutiva de UNICEF. “Un niño no registrado al nacer es invisible: no existe a ojos del gobierno ni de la ley. Sin una prueba de identidad, a menudo los niños son excluidos de la educación, de la atención sanitaria y de otros servicios fundamentales, y son más vulnerables frente a la explotación y el abuso”.
El progreso global se debe en gran parte a los avances de Asia meridional, sobre todo en Bangladesh, India y Nepal. En India, la proporción de niños registrados aumentó del 41% en 2005-06, al 80% en 2015-16. En los últimos años UNICEF ha trabajado con el gobierno de India para priorizar el registro de nacimientos en todos los estados, mediante el aumento y la mejora de acceso a los centros de registro, la formación de oficiales y trabajadores comunitarios, y la difusión de programas de concienciación pública, especialmente entre las comunidades más vulnerables.
Por contra, la mayoría de países de África Subsahariana están quedando atrás respecto al resto del mundo: Etiopía (3%), Zambia (11%*) y Chad (12%) cuentan con los niveles más bajos de registro de nacimientos a nivel global.
El informe refleja que cerca de 1 de cada 3 países –que comprenden a alrededor de un tercio de la población total de niños menores de 5 años- necesitarán acelerar urgentemente sus avances si quieren cumplir el objetivo de proporcionar identidad jurídica para todos, incluido el registro al nacer, para 2030, tal y como establecen los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Las barreras a las inscripciones de los bebés incluyen la falta de conocimiento sobre cómo registrar un nacimiento, tasas excesivas para registrarlo o para obtener un certificado de nacimiento, recargos económicos por registros tardíos o largas distancias hasta la instalación de registro más cercana. Las costumbres y prácticas tradicionales en algunas comunidades –como que las madres no deben salir de casa- también impiden el registro oficial de un nacimiento en los plazos establecidos.
Incluso aunque un niño sea registrado, la posesión de un certificado de nacimiento es menos común, por lo que 237 millones de niños menores de 5 años –algo más de 1 de cada 3- carecen de una prueba oficial de registro.