Beatriz Díez-Mayans | Jueves 22 de enero de 2015
Se llama Kristina Pimenova, tiene 9 años, es rusa y desde los 3 trabaja de modelo desfilando en pasarelas y revistas. Es de una belleza tal que parece sacada de un auténtico cuento de princesas. Es la niña modelo más guapa del mundo.
Con tan sólo 9 años su currículo es la envidia de muchas mujeres pues a su tierna edad ya ha trabajado para firmas como Roberto Cavali, Armani, Dolce & Gabbana, Benetton y Vogue, e incluso protagonizó una portada en la prestigiosa revista Vogue Bambini cuando tenía 7. Hasta aquí todo sería normal si habláramos de una adulta que ya se ha preparado y ha cursado sus estudios pero, no nos olvidemos, hablamos de una cría de 9 años que a su tierna edad, además, ya tiene Facebook, Instagram y Twitter.
Las redes sociales de la criatura las controla su madre que es, además de modelo retirada, su representante y quien se encarga de subir las fotos de la pequeña. Unas fotos que están siendo muy criticadas pues ya hay más de uno que cree que se está sexualizando a la joven modelo.
Antes de opinar al respecto he decidido echar un vistazo y, la verdad, entiendo las críticas. Tras haber ojeado sus redes sociales he quedado atónita. En más de una las poses son excesivamente sensuales, provocativas y poco propias de su edad.
No me mal interpreten. Cada uno con su cuerpo que haga lo que le dé la gana pero, cuando hablamos de niños, la cosa cambia.
Y mi preocupación no es sólo por el tipo de vida y valores que tendrá esta niña a medida que vaya creciendo, sino lo que transmite al resto de niños del mundo.
Hartita estoy de que mi hija y sus amigas, con tan sólo 3 años, se preocupen más por ir con un vestido rosa al cole y llevar las uñas pintadas que de pasárselo bien, jugar en el parque o montar en bici.
¿Pero cómo no va a ser así? Desde pequeñas ven como la belleza es lo más importante. Ejemplos como el de esta niña modelo rusa no hacen más que aumentar esa necesidad de “sentirse guapas a toda costa” olvidándose de lo verdaderamente importante. Anuncios, películas de dibujos, series, revistas, redes sociales… miren donde miren la obligación de ser niñas vestidas de rosa, delgadas y aparentando más edad de la que en realidad tienen está a la orden del día.
Echo de menos cuando los niños éramos eso, simplemente niños más preocupados por jugar al escondite que por una manicura multicolor.
TEMAS RELACIONADOS:
Noticias relacionadas