La invitación para la entrevista llegó después de que Felipe VI hiciera un alegato en favor de la democracia y los derechos humanos en presencia del presidente cubano y sucesor de Raúl, Miguel Díaz-Canel.
Tras recordar que los cambios no pueden imponerse desde fuera -en alusión a las presiones de Washington - Felipe VI subrayó la necesidad de que las “instituciones representen toda la realidad diversa y plural” que hay en la sociedad y respeten los derechos de los ciudadanos; “entre ellos, la capacidad de expresar libremente sus ideas, la libertad de asociación y reunión”.