OPINION

A una educación seca

Manuel Blanco | Viernes 01 de noviembre de 2019

Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo,
algunas hojas verdes le han salido.

Antonio Machado es su poema “A un olmo seco”, dedicado a su mujer Leonor le hace un canto a la esperanza con la ilusión de que su amada se recupere de la tuberculosis que le habían diagnosticado. Las hojas verdes simbolizan ese hilo de esperanza al que se sujeta el poeta andaluz para sobrellevar la tristeza por la cercana muerte de su mujer.

Cuando en clase con mis alumnos de bachillerato comentábamos estos versos se me ha venido a la mente, de repente, la imagen de Zapatero cuando en el 2008 hablaba de brotes verdes en la economia y la realidad era que España no salía de la crisis económica en la que estaba metida.

Once años después, los versos de Machado también se pueden aplicar a la realidad de hoy. De todos es sabido, nuevamente, que la situación económica actual no es nada esperanzadora. Este hecho va a repercutir en que muchos sectores de nuestra sociedad se vean afectados.

Uno de ellos, va a ser el educativo. Las dotaciones de personal de atención a la diversidad se verá afectado, la aplicación de diferentes programas educativos ya no se han puesto en marcha, la dotación de personal docente también sufrirá algún reajuste.

Y como el lenguaje es un juego, ya se empiezan a escuchar eufemismos para definir la crisis en la que nos encontramos: restricciones presupuestarias, dificultades para complir los objetivos propuestos... A partir de ahora será interesante observar el vocabulario que utilitzará el gobierno de Sánchez para suavizar el impacto en la Sociedad.

Sea como fuere, y del mismo modo que hizo Machado, estaremos al aguaite con la esperanza de que la educación siga siendo la prioridad de la izquierda en este país.


Noticias relacionadas