El presidente en funciones del gobierno de España, el Sr. Pedro Sánchez, declaró hace unos días en una entrevista a una cadena de televisión, que se sentía dolido y ofendido porque en su visita al Hospital de San Pablo de Barcelona, no había sido recibido por la dirección y además había sido increpado por el personal sanitario, todo lo cual constituía, a su entender, una falta de respeto al cargo que ostenta de presidente (en funciones).
Es curioso que se queje de que no se le respete en la dignidad del cargo que ostenta, cuando él, a su vez, no respeta la dignidad del cargo de president de la Generalitat de Catalunya. El Sr. Torra es, le guste o no, un presidente legítimo, investido por un parlamento legítimo surgido de unas elecciones democráticas y, por tanto, es el interlocutor de la Generalitat con el gobierno español y negarse a hablar con él es menospreciar y no respetar la dignidad del cargo. Lo que pide para sí mismo, lo niega para los demás.
También falta al respeto a los profesionales del hospital al decir que eran funcionarios que “imagina” que habían recibido consignas de la Generalitat. No se pueden cometer más faltas de respeto en menos palabras. Los profesionales del hospital de San Pablo son extraordinariamente competentes y consiguen con su trabajo que el hospital sea, desde hace muchos años, un centro médico de excelencia reconocido internacionalmente. No son, por tanto, unos mindundis sin criterio propio que sigan acríticamente consignas recibidas. Además, tampoco son funcionarios, todos son profesionales contratados que no necesitan seguir instrucciones de ningún jefe de negociado. Y, finalmente, dice que “imagina” que seguían consignas, esto es, no lo sabe ni tiene pruebas, pero lo deja caer de una manera vergonzante, impropia de la dignidad presidencial que reclama.
Pero es que, además, solo visitó al policía nacional ingresado y se negó a acudir a interesarse por otros afectados por los incidentes violentos, entre ellos mossos de escuadra, manifestantes pacíficos y algunos violentos. Otra falta de respeto y otro doble rasero que aplican los miembros del gobierno en funciones.
Y el ministro en funciones y secretario general del PSOE, el Sr. Ávalos declaraba el fin de semana que el Sr. Torra y el gobierno de la Generalitat debían gobernar y preocuparse por todos los catalanes, no solo por los independentistas y en eso tiene razón. Pero, por lo mismo, ellos deberían gobernar y preocuparse por todos los españoles, también por los independentistas y no es precisamente lo que hizo el Sr. Sánchez en su visita a San Pablo.
Los que desde el gobierno en funciones se están dedicando a menospreciar, difamar y demonizar a todo un conjunto de sus propios ciudadanos que suma más de dos millones de personas, a no respetar a sus instituciones de representación y a sus gobernantes legítimos, no deberían extrañarse de no recibir, en reciprocidad, ningún tipo de aprecio.