Francesca Jaume | Lunes 21 de octubre de 2019
Podemos estar de acuerdo en que estamos ante un momento muy destacado en las historia política desde la reinstauración de la democracia en España, sin embargo, creo que no soy la única que piensa que hemos llegado un punto en que las televisiones ya están tratando las movilizaciones en Barcelona como un producto televisivo para ganar audiencia en base al morbo la más puro estilo del Caso Alcácer o el Rescate de Julen.
Las calles de Barcelona se han convertido en el escenario de un plató de televisión en el que los medios gráficos se encuentran allí a la caza del fotograma más sensacionalista, sin que eso parezca objeto de crítica general. Vende más dar la imagen que la Ciudad Condal es una suerte de Beirut o Bagdad, y esta es la imagen buscada por los reporteros gráficos cuando se lanzan como buitres enseguida que se sucede un incidente entre participantes y fuerzas armadas.
Los manifestantes acusan a las televisiones españolas de “manipuladoras” en el sentido de tergiversar los hechos o de reproducir solamente las imágenes que perjudican la imagen del independentismo (sobre ello hay dos posicionamientos totalmente enfrentados), no obstante, hay otro tipo de manipulación que no obedece a ningún interés de posicionamiento político, como es el de crear audiencia estirando el chicle y fomentando el sensacionalismo y el morbo.
Ya empezamos a ser muchos los que cambiamos de canal.
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