OPINION

Reflexiones de una enferma con Trastorno Bipolar (TB)

Miguel Lázaro | Jueves 29 de agosto de 2019

El psiquiatra debe de saber que el mejor texto que puede tener es el paciente con su genoma, ambioma, epigenoma y neuroplasticidad. El psiquiatra tiene conocimiento sobre el pre-texto (conocimientos, habilidades, excelencia profesional y capacidad empática) y siempre debe de evaluar el rastro vital longitudinal del paciente y el entorno relacional y vital actual. Nunca debe de olvidar que existe la biografía y no solo la biología. Por eso tengo la absoluta certeza de que el que más sabe de lo que le pasa es el paciente por lo que el escuchatorio debe de prevalecer sobre el interrogatorio.

De ahí que, cada vez más, me interesan las reflexiones y vivencia de los enfermos que contienen una gran sabiduría experiencial. Cada vez aprendo más de las personas que padecen enfermedades mentales.

Hay experiencias de sufrimiento y de perdida que quien mejor las conoce son los protagonistas y sus familias. He aquí la pregunta que le realice a una enferma que padece un Trastorno Bipolar que ha tenido varias recaídas, que actualmente gracias a su capacidad de adaptación y de aceptación esta compensada y que ha tenido la generosidad de compartir conmigo.

¿Qué puede hacer el paciente TB para llevar mejor su enfermedad y tener más calidad de vida?

RESPUESTA: Es fundamental que el paciente se haga cargo de su propia enfermedad bajo la supervisión y control de la enfermedad por su psiquiatra de referencia pero es un error el hecho de que muchos pacientes confíen a ciegas en el poder milagroso de la medicación. Me gustaría recalcar que la farmacología es totalmente obligatoria y estrictamente necesaria para poder paliar tanto los episodios de manía/ hipomanía y los episodios depresivos leves/ mayores pero por sí sola no funciona.

El paciente tiene que en primer lugar analizar cómo es su día a día; en segundo lugar, analizar que acciones y comportamientos le llevan a disparar ( trigger) los episodios de manía/ hipomanía y los episodios depresivos; en tercer lugar, tomar conciencia de los cambios que debe hacer el paciente sobre las conductas que disparan los episodios y en cuarto y último lugar pero no por ello menos importante, el paciente tiene que COMPROMETERSE a hacer las acciones diarias necesarias que le ayuden a cambiar esas conductas negativas que ha identificado como disparadores de sus episodios maníacos/ hipomaníacos y depresivos.

Para concluir este breve texto de consejos para conseguir estabilizar (eutimizar) la vida de un paciente TB para conseguir que el paciente lleve una vida lo más normalizada posible para que pueda tener una vida saludable en todas las esferas/ ámbitos principales de su vida ( trabajo, familia, amistades y relaciones afectivas personales) y como consecuencia de esto el paciente se sienta satisfecho y feliz con su vida que es el objetivo principal de la Psiquiatría, es totalmente obligatoria que el paciente trabaje en su propia recuperación formándose en psi coeducación y aplicando esos conocimientos adquiridos a lo largo de toda su vida ( es recomendable que el paciente registre diariamente antes de ir dormir en una libreta/ cuaderno cómo se ha sentido durante del día y qué puede hacer la transformar esas emociones negativas para que el día siguiente consiga tener un mejor día. SIEMPRE es mucho mejor llevar un diario manuscrito que llevar un diario digital en un ordenador o Ipad por los efectos beneficios probado de la escritura en la fijación de los aprendizajes y nuevos conocimientos en el cerebro, hay estudios científicos que lo corroboran.) Ser paciente TB implica que la persona va a tener altibajos de por vida que se traduce en días mejores y en días peores lo cual conlleva la necesidad de que el paciente se haga cargo de forma activa de su enfermedad.

Por último, está demostrado el beneficio de tener perros como mascotas y de cocinar para conseguir estar más calmados, sosegados y sentirme queridos sobre todo cuando una persona no se siente bien para socializar el hecho de tener perros te obliga a salir de casa, a cuidar y a responsabilizarte de la vida de un ser vivo y eso hace que te muevas aún cuando te encuentres desanimado y triste.

Dr Lázaro, he pensado añadir en el artículo como nota a pie de página la diferencia entre el concepto de enfermo mental versus paciente para concienciar a los lectores de la importancia vital que tiene que los pacientes que es la palabra usada en todo el artículo tomen el rol de protagonista en su proceso de su recuperación y de rehabilitación mental.

Nota: en el artículo se usa la palabra paciente y no enfermo mental porque el objetivo es que la persona sea el protagonista de su propio proceso de recuperación y de rehabilitación. En cambio, usar la palabra enfermo mental implica que la persona tiene un rol pasivo en su enfermedad y que queda exento de algunas obligaciones sociales, de responsabilidades.

Esto es muy perjudicial porque retrasa su rehabilitación y en consecuencia su reincorporación laboral.

En derrota transitoria pero nunca en doma.


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