OPINION

Las bicicletas son para el verano

Manuel Blanco | Viernes 26 de julio de 2019

La lectura es una de las asignaturas pendientes que tienen todos nuestros alumnos. Por norma general, los estudiantes españoles no leen lo suficiente. La lectura es una fuente no sólo de conocimiento sino también de diversión. Aprender a leer y leer para aprender.

Estos meses de vacaciones estivales es el momento idóneo para que todos, jóvenes y menos jóvenes, nos sumerjamos en el apasionante mundo de la lectura. En este sentido, las opciones para salvar al mundo de la literatura impresa han sido muchas. Las grandes editoriales han hecho un esfuerzo por adaptar los clásicos y hacerlos más atractivos.

Del mismo modo, en los centros educativos también se están esforzando en este sentido para “hacer más atractiva” la lectura a los alumnos. La tendencia es hacer desaparecer las famosas lecturas obligatorias por evaluación y convertir al alumno en el protagonista en la elección del libro que va a leer.

La lectura no tiene que ser por imposición sino por devoción. De esta manera, el alumno se apasionará para adentrarse y sumergir en la historia. Es lo mismo que hacen con la ficción, el cine, etcétera. ¿Por qué los jóvenes se enganchan a una película o una serie? Porque no tienen que hacer esfuerzo alguno. Son receptores pasivos, mientras que en la lectura de un libro tienes que prestar atención no sólo a las palabras sino también a lo que no se lee, los signos de puntuación.

Las metodologías educativas innovadoras en este ámbito, propician que se creen talleres de lectura en los primeros cursos de la educación secundaria. Los resultados son altamente positivos. Los alumnos encuentran una motivación y un lugar de relajación y disfrute.

Pero como todo lo que huele a “educativo” implica una evaluación. Pues bien, estas nuevas metodologías propician aplicar una evaluación competencial. La realización de entrevistas literarias, booktrailers, etcétera obligan a los estudiantes a trabajar la competencia digital para demostrar que su competencia lingüística se ha adquirido. Es el cambio de chip que tienen que realizar los docentes para su práctica educativa.

Y para la época en la que nos encontramos, os recomiendo una obra literaria sin parangón: las bicicletas son para el verano.


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