TENERIFE

Tamaide recibe el legado botánico del Hermano Pedro

Jueves 18 de julio de 2019
Uno de los escasos ejemplares que hay en Tenerife del esquisúchil, árbol en extinción íntimamente ligado a la memoria del santo, será bendecido por el obispo

Los jardines de la ermita del Hermano Pedro, en el barrio santausulero de Tamaide, recibirán el domingo 21 de julio un ejemplar deesquisúchil, un árbol en peligro de extinción que está íntimamente ligado a la memoria del santo chasnero. Así informó el alcalde, Juan Acosta, tras la reunión mantenida con los organizadores del acto, María del Cristo Sánchez y Goyo Jorge.

El obispo de la Diócesis Nivariense, Bernardo Álvarez, bendecirá el esqueje que se plantará en el transcurso de un acto religioso y festivo que tendrá lugar a partir de las 18.00 horas en la plaza de Tamaide. El esquisúchil es un tipo de árbol raro y longevo, del que aún se conserva el ejemplar que en 1657 sembró Pedro de San José Betancur en el jardín de una iglesia de Antigua (Guatemala), donde fue jardinero y sacristán. De ese hecho proviene su popularidad y que sea conocido como ‘Árbol del Hermano Pedro’.

Tal y como comenta el alcalde santaursulero, “el acto de siembra y bendición del esquisúchil forma parte del programa de las fiestas de Tamaide en honor al Santo Hermano Pedro, que se celebran del 19 al 21 de julio”. “El propósito de esta siembra –continúa- es perpetuar la memoria del Hermano Pedro a través de este árbol asociado a la historia de su vida, al mismo tiempo que se refuerzan los lazos de fraternidad y la vinculación del santo con este barrio y la ermita que lleva su nombre”.

El esquisúchil (de nombre científico ‘Bourreria huanita’) es una especie con flores aromáticas que se encuentra en peligro de extinción en su región centroamericana original. Desde hace años, botánicos guatemaltecos se han esforzado por conseguir su reproducción, aunque con gran dificultad. Hace una década se trajeron algunos ejemplares a Tenerife con el fin de crear lazos de unión entre Guatemala y Canarias, y para intentar su aclimatación en el Archipiélago.

Esa remesa –que fue donada por el editor Juan Francisco Delgado a raíz de su viaje a dicho país con motivo de la elaboración del libro ‘Los dos mundos del Santo Hermano Pedro’- fue plantada en distintos puntos de Tenerife, como Granadilla de Abona, La Orotava, el Obispado de La Laguna, Arico, El Sauzal, Santa Cruz, Adeje o Güímar, municipio del que procede el espécimen que será plantado en Tamaide. Goyo Jorge explica que “se trata de un esqueje del árbol que se plantó en el paraje güimarero de Lomo de Mena y al que un fuerte viento daño severamente”. “Aun así –prosigue-, produjo algunos brotes que fueron llevados al Jardín Botánico de Puerto de la Cruz, donde han sobrevivido. Uno de esos retoños será el que sembraremos el próximo domingo”.

La idea de traer este árbol al barrio surgió en 2014, cuando Goyo Jorge supo de su existencia y su historia por medio de un familiar que trabaja en el Jardín Botánico portuense. La propuesta fue bien acogida por un grupo de vecinos de la zona, que ha promovido el traslado del esquisúchil a Tamaide. “En 2015 fuimos a ver el árbol, pero era demasiado pequeño, por lo que hemos esperado al punto idóneo de crecimiento para proceder a su plantación”, agregó Jorge García.

Para dar trascendencia a este acto, además de contar con la presencia del obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez, se ha invitado a todos los párrocos que han pasado por la ermita desde su creación en 1987. Desde la organización hacen extensiva la invitación a toda la ciudadanía de Tenerife para que acuda a este acto simbólico. “Queremos que sea un día muy especial para el barrio, tanto para nuestros vecinos como para los visitantes y fieles del Santo Hermano Pedro que se acerquen a Tamaide para compartir este momento tan bonito y especial”, indicó la presidenta de la Comisión de Fiestas del barrio, María del Cristo Sánchez.

El esquisúchil o ‘Árbol del Santo Hermano Pedro’

Se trata de una especie ornamental -ya no existe en estado silvestre- que se cubre casi todo el año de grandes flores blancas y fragantes a las que se le atribuyen propiedades medicinales.

Su notoriedad y aprecio se debe a que el Santo Hermano Pedro de Betancur sembró uno de estos árboles en el jardín de la iglesia El Calvario en La Antigua, según cuentan, el día que cumplió 31 años, el 25 de abril de 1657.

Dicho ejemplar aún pervive y ha cumplido 362 años. Desde entonces, al árbol se asocia íntimamente con el santo, que fue jardinero y sacristán de El Calvario entre 1654 y 1658. Durante muchos años, el único esquisúchil de flor grande, el verdadero ‘Árbol del Hermano Pedro’, que existió en La Antigua fue el de El Calvario. La canonización del santo extendió la popularidad de la especie en Guatemala, donde es considerado una reliquia nacional.

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