Vivimos en una sociedad en donde, lo que debería de ser normal, ha pasado a ser excepcional y donde la población parece tener muchos derechos y ninguna obligación.
La semana pasada, realizando una selección de personal en nuestra consultora de VEOTALENTO, me encontré con un caso que dista mucho de ser normal, sino todo lo contrario.
Una candidata para un puesto de administración en una empresa, al saber que estaba seleccionada, me pregunto cuanto dinero me debía por haberle encontrado el trabajo.
Yo le expliqué que eso corría por cuenta de la empresa y que ella no tenía que abonar nada por el servicio, pero me insistió diciéndome lo agradecida que estaba por haberla colocado y lo feliz que le hacía.
Obviamente le dije que no se preocupara y que tal vez, la vida, en alguna ocasión nos volvería a encontrar en la situación contraria y tal vez ella podría hacer lo mismo por mi.
Esta situación que debiera de ser normal, en contadas excepciones me ha sucedido y en término general, una gran parte de los usuarios con los que trabajamos, ni tan siquiera piensan en agradecer el trabajo que hacemos por ellos.
Es más en algunas ocasiones, con contratos hechos, ni tan siquiera se presentan a los puestos de trabajo, porque les ha surgido algo mejor y nos dejan esperando o nos escriben un escueto wassapt diciendo: “no iré a trabajar hoy”.
Claro está que tras 25 años en el mundo de los Recursos Humanos (RRHH), no espero una reacción en positivo como la que tuvo esta mujer conmigo, porque a estas alturas del partido, ya lo hemos visto todo, pero tampoco espero que ante un mensaje en linkedln hablando de los beneficios de los Dptos. De RRHH, alguien nos ponga a parir a los que nos dedicamos a este sector, asegurando que los candidatos son humillados en las entrevistas de trabajo, como me ocurrió recientemente.
Todos los trabajos son complicados, pero para los que desconocen el sector de los RRHH, les diría que, posiblemente, la selección de personal, sea uno de los trabajos más tediosos que hay, ya que, tenemos que lidiar con el empresario o responsables de la empresa y con el usuario final que aplica a nuestra oferta profesional.
La situación en el entorno profesional no es sencilla para nadie, pero les aseguro que menos lo es para nosotros, los que nos dedicamos a la búsqueda de personal activamente, porque pareciera que ninguna de las partes están contentos, en muchos momentos, porque el dueño o directivo que necesita a la persona, en ocasiones no entiende porqué se cobra “tanto dinero”, por realizar una selección y el trabajador nunca se sienta bien pagado.
Si fuéramos capaces de vivir con un poco de ética y volver a retomar los valores que imperaban en momentos históricos anteriores, posiblemente todo tendría más sentido común y ninguna de las partes se sentirían tan defraudada con su situación, porque entenderían que, para todo hay un momento y unas circunstancias y que hoy puedes conseguir tu objetivo y mañana no y por ello no puedes “matar al mensajero” que te trae el mensaje.
Tal ve si comenzáramos a mirar para adentro en lugar de hacía afuera constantemente, acabaríamos con la frustración que tienen todas estas personas y nos sentiríamos agradecidos y satisfechos con nuestra vida.