En contra de lo acordado con el propio Ejecutivo Nacional, este no autorizó a tiempo el uso del superávit, lo que provocó que reanudáramos las conversaciones con el Gobierno Autonómico para buscar otra vía de financiación que no dependiera de la citada autorización. Finalmente, el miércoles 10 de abril pudimos concretar un nuevo acuerdo con el Presidente del Gobierno Autónomo gracias al cual el Servicio Canario de la Salud recupera definitivamente la jornada de 35 horas. Al financiarse esta vez con recursos propios, con cargo al presupuesto canario, la nueva jornada incorpora estas tres características:
No se hace depender de autorizaciones de otros organismos públicos.
Tiene continuidad futura, por lo que se implanta de forma definitiva y permanente.
Se aplica a partir del 1 de mayo de 2019. La posibilidad de recuperar la jornada de 1 de enero al 30 de abril es el único tramo que queda a expensas de la autorización del superávit por parte del Gobierno Central, por lo que todavía subsiste esa posibilidad. Pero ahora la pelea por la retroactividad abarca solo cuatro meses, no años enteros y con la duda de la pervivencia a futuro.No obstante, tres sindicatos presentes en la Mesa Sectorial de Sanidad (SEPCA, ASACA e Intersindical Canaria) se han mostrado sumamente críticos con la recuperación de la jornada de 35 horas tal y como la hemos conseguido, dando por sentado no solo que nuestro acuerdo es un mal acuerdo, sino que ellos lo hubiesen hecho mucho mejor. A pesar de que todos sus intentos han terminado en sonoros fracasos, esa es su afirmación.
Por tal motivo, y para no restar a estos compañeros la posibilidad de que lo sigan intentando con sus propios medios y métodos, tanto CCOO, como UGT y CEMSATSE elevarán a la Dirección del Servicio Canario de la Salud la siguiente propuesta: que la nueva jornada de 35 horas sea de carácter voluntario para los trabajadores del SCS, incluidos, claro está, los dirigentes de los sindicatos críticos con la medida; de forma que cualquiera pueda renunciar a la nueva jornada para permanecer con la hasta ahora vigente si no está conforme con ella.
Con esta propuesta pretendemos que nadie se vea forzado a someterse a una jornada que, desde su punto de vista, resulta negativa para sus intereses; al tiempo que se les proporciona una salida de acción sindical a las opciones discrepantes para hacerlo a su modo y manera. Si la Dirección del SCS acepta nuestra propuesta, esperamos que al menos los dirigentes de SEPCA, ASACA e Intersindical Canaria, renuncien por coherencia a una jornada que tanto critican y emprendan un camino de lucha verdadera para alcanzar sus objetivos, sin que se vean forzados a aceptar los efectos de un acuerdo que repudian. Nosotros les deseamos, sin ningún ápice de ironía, toda la suerte del mundo.