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Desnudo integral de Jorge Javier Vázquez

sociedad | en "primera línea"

Viernes 19 de abril de 2013

 

El presentador de televisión Jorge Javier Vázquez (Sálvame, Deluxe y Hay una cosa que te quiero decir) aparece este viernes desnudo en la portada de la revista Primera Línea.

El presentador estrella de Telecinco aparece en la portada con las gafas como único atuendo y estratégicamente tapado por una exuberante modelo.

Las fotografías del desnudo de Jorge Javier ilustran una entrevista concedida a Quique Jiménez, Torito, que arranca al presentador algunos aspectos de su intimidad hasta ahora ocultos.

Jorge Javier, que no ha cobrado nada por esta sesión (realizada por el fotógrafo Joan Crisol) en la que se exhibe tanto en ropa interior como con una toalla al cinto o completamente desnudo, no ha tenido el menor problema en rodearse de jóvenes modelos también sin nada de ropa a la hora de mostrar un cuerpo que, según reconoce, ha pasado varias veces por el quirófano.

La única condición que ha puesto para someterse a la entrevista/posado es que el making of de la sesión fotográfica se estrene en exclusiva este viernes en el programa Deluxe.

Jorge Javier Vázquez habla sin tapujos de su sexualidad. Reconoce, por ejemplo, que el de la seducción siempre fue un terreno en el que no se sentía cómodo: “He tenido que pagar muchas copas para conseguir una ración de sexo. Ligar era un milagro, siempre que lo conseguía, pensaba que aquella podía ser la última vez, así que lo daba todo y me entregaba al máximo”.

Hasta que la fama acudió al rescate: “Últimamente, he ligado incluso con chicos que no habían oído hablar nunca de Mecano, y ahí es donde se nota que voy cumpliendo años”.

El presentado de Sálvame cuenta en la entrevista con humor que en una ocasión cometió el error de regalar un consolador a una empleada doméstica y que entre sus asignaturas pendientes está protagonizar una campaña de El Corte Inglés: “Cuando vi a Aitana Sánchez-Gijón haciendo la de primavera pensé que ya me la había quitado. Me sentí herido”.

La única barrera que no se muestra dispuesto a cruzar es confirmar si alguna vez ha hecho un trío: “Mi madre va a leer esto, y tampoco quiero que me haga demasiadas preguntas”.

 

 


 


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