ECONOMIA

Aumenta la accidentalidad laboral con baja en Canarias

Jueves 28 de febrero de 2019
El 2018 nos deja 25 víctimas mortales y 260 graves o muy graves por accidente laboral

El año 2018 se cierra con un total de 60.790 accidentes laborales en Canarias. De ellos, 24.677 fueron AT con baja en jornada de trabajo, lo que supone un incremento de 851 accidentes totales más respecto a 2017.

Los accidentes mortales suman 25, 19 durante la jornada laboral y 6 en in-itinere. Destacar que de los 19 accidentes mortales durante la jornada laboral 10 han sido a consecuencia por patologías no traumáticas (Infartos y derrames cerebrales)

Los accidentes graves y muy graves ascienden a 260

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La accidentalidad con baja en jornada laboral aumenta en el período enero-diciembre un 3,57% respecto al 2017: - Incremento del 26,67% en los mortales, 44,44% en los graves y muy graves y finalmente, un 3,29% en los accidentes declarados como leves.

Analizándolo por sectores, preocupante el aumento del 25,32% en el sector de la construcción, el 9,78% del sector industrial, el 8,17% del sector agricultura y pesca. Bajando únicamente, y de manera muy tímida, en el sector servicios con un 0,67%.

Del total de los accidentes declarados, 32.863 no produjeron baja, representando un 2,98% menos respecto al 2017.

De los accidentes in itinere, se han declarado un 1,06% más respecto al 2017: 6 mortales, 39 graves y muy graves, y 3.205 leves. Con una baja porcentual del 14,29% en los mortales y subiendo en un 18,18% los graves y los muy graves.

Notamos un trasvase de declaraciones de AT sin baja a AT con baja ello motivado entre otras causas:

- Empeoramiento de las condiciones de trabajo que conlleva mayor grado de gravedad en las bajas.

- El soportar condiciones de trabajo inadecuadas durante periodos largos terminan provocando el agravamiento de las dolencias en la clase trabajadora generando mayor número de declaraciones "con bajas" frente a las sin baja.

Otro dato preocupante es el Índice de Incidencia (Nº de AT con baja en jornada de trabajo por cada 100.000 trabajadores afiliados a la SS con las contingencias profesionales cubiertas) que aun siendo de 3.536,92 lo que supone un 0,5% inferior al registrado en el 2017, si lo comparamos con el Índice de Incidencia del 2016 era inferior en 4, 12% lo que es preocupante ya que se va reduciendo este índice estando muy cerca de ser superior a "0".

También queremos recordar que estos datos no son el reflejo fiel de la siniestralidad laboral en nuestra Comunidad autónoma, ha dichos datos habría que añadir los siguientes aspectos:
La accidentalidad laboral que se produce en la economía irregular o economía sumergida que sigue siendo elevada, en torno al 20% en Canarias.

La accidentalidad que siendo de origen laboral son atendidos a través de los servicios públicos de salud. Una parte porque son las propias mutuas que las derivan a los médicos de atención primaria y por otro lado, los propios trabajadores/as que ante la inseguridad laboral prefieren acudir a su médico de familia una vez terminado su turno de trabajo no comunicando a la empresa lo sucedido.El índice de incidencia por sectores económicos, muestra un alza en todos a excepción del sector Servicios que disminuye en un 4,19%, mientras que en los sectores que tradicionalmente tienen peores cifras de siniestralidad el aumento supera el 6%, siendo dramática la situación del sector de la construcción con un aumento por encima del 10%.

Preocupante que la mejora en las cifras de paro no conlleve mejores índices de incidencia o de bajada en las cifras de accidentalidad, que indicarían mejores condiciones de trabajo sino que las circunstancias nos hace reflexionar sobre que la prevención de riesgos laborales sigue siendo una asignatura pendiente en la mayoría de las empresas canarias y que las condiciones de trabajo están lejos de ser las óptimas, repitiendo los mismos errores que en la época de bonanza económica, donde prevalecía el beneficio empresarial frente a la inversión en prevención. Tras ello está la alta rotación de los trabajadores/as, parcialidad de los contratos, temporalidad, externalización, falsos autónomos,…que hacen difícil la necesaria formación del trabajador/a, la adaptación de los puestos de trabajo, etc.

En referencia a las Enfermedades profesionales declaradas en Canarias, durante el 2018 se han notificado 229 casos (112 mujeres y 117 hombres), la mayor declaración de los últimos diez años, un incremento respecto al 2017 de un 9,56% a todas luces insuficiente cuando se parte de un número de declaraciones que raya lo anecdótico. Por patologías, el 77% de las notificaciones son enfermedades causadas por agentes físicos (Trastornos musculoesqueléticos), el 11% por enfermedades de la piel (Dermatitis), 5,24 por agentes biológicos, el 3% por inhalación de sustancias.

Destacar que por primera vez en Canarias se declara una enfermedad profesional causada por agentes cancerígenos (Leucemia Mieloide Aguda), vinculada con la exposición a sustancias químicas, incluyendo el benceno. Por sectores, el 78,6% en el sector servicios, le sigue industria con un 13%, un 7,4% construcción.

Los datos de Enfermedades Profesionales declaradas en Canarias, no cumple con la realidad de la situación que sufren las trabajadoras de diversos sectores, las cuales están expuestas a mayor número de enfermedades profesionales, segregado por sexos los datos representan: 48.9 % mujeres y 51,1 % hombres.

La precariedad domina el mercado laboral y pasa factura en términos de pérdida de salud y de muerte. El modelo de empleo y la siniestralidad van de la mano, la corta duración de los contratos, la temporalidad y la alta rotación, no dejan cabida a la formación e integración en la actividad preventiva en las empresas. Si a todo ello le unimos a la baja calidad de los servicios de prevención, dan como resultado los inaceptables datos de siniestralidad laboral en Canarias.

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