La defensa ha presentado un informe en el que indica que el niño falleció por golpes de la piqueta que realizó las tareas de rescate y no como consecuencia de la caída, según avanza 'El Mundo'.
Así, el niño habría falleció por los impactos en la cabeza que le produjeron las herramientas de los operarios al intentar quitar el tapón de arena y que finalmente obligó a cavar el conducto paralelo.
De momento, lo único seguro es la conclusión de la autopsia -practicada tras rescatar el cuerpo del niño el 26 de enero- indicando que la muerte se produjo por una caída libre de 71 metros, dos fracturas en la cabeza y que falleció el mismo día. La principal tesis del informe forense es que el menor arrastró tierra del pozo en su descenso y formó un tapón.