El profesor Kjeld Hermansen exploró las posibles perspectivas mecánicas detrás de la asociación inversa entre el consumo de café y la diabetes tipo 2, presentando un resumen de la investigación que se ha realizado en esta área. La investigación sugiere que una serie de factores pueden estar involucrados, incluyendo un efecto antioxidante, un efecto antiinflamatorio, efectos termogénicos o la modulación de la diversidad microbiana.
La presentación del profesor Hermansen también se basó en su propia investigación sobre compuestos de café, como el ácido cafeico y el cafestol. Los principales resultados de la investigación destacados en el informe de la mesa redonda incluyen que beber de tres a cuatro tazas de café al día se asocia con un riesgo aproximado de un 25 por ciento más bajo de desarrollar diabetes tipo 2. Se vio la relación inversa entre el consumo de café y la diabetes tipo 2 tanto en hombres como en mujeres.
El metanálisis ha sugerido que tanto el café con cafeína como el descafeinado se vinculan con un menor riesgo de diabetes tipo 2. Un número de compuestos potencialmente relevantes clínicamente están presentes en el café, como: cafeína, ácidos hidroxicinámicos, en particular ácido clorogénico, trigonelina, diterpenos, por ejemplo, cafestol y kahweol, y ácido cafeico.