La estadounidense Simone Biles se convirtió este jueves en la primera gimnasta de la historia que consigue cuatro medallas de oro mundiales en concurso general al imponerse en Doha con una puntuación de 57.491. El cálculo renal que sufrió Biles en vísperas del comienzo de la competición no ha lastrado el rendimiento de la norteamericana, que está con la mejor nota en cinco de las seis finales por aparatos -sólo en asimétricas le ganó la belga Nina Derwael- y este jueves ha dominado con holgura el "All around".
Biles, que ya suma 16 medallas de todos los metales en campeonatos del mundo, le tocó sufrir en esta ocasión. "Ha sido probablemente la medalla olímpica o mundial más complicada de conseguir. Para mí ha sido un poco decepcionante porque no he obtenido las puntuaciones que esperaba", reconoció la ya legendaria gimnasta estadounidense.
Biles obtuvo 14,533 en salto, 14,725 en asimétricas, 13,233 en barra de equilibrios y 15,000 en suelo para un total de 57.491, menos de dos puntos de ventaja sobre la japonesa Mai Murakami (55,798) y sobre la defensora del título, Morgan Hurd (55,732). El nivel de dificultad de los ejercicios, inasumible para sus rivales, le valió el cuarto título a Biles, que se vio superada sin embargo por Murakami en salto y barra de equilibrios, y que cometió errores también en suelo.
Víctima de Nassar
Biles comenzó la final intentando el salto que lleva su nombre, pero no lo clavó como sí había hecho en la calificación. Ello abrió una tarde de tensión, con una caída en la barra de equilibrios y una salida del tapiz en suelo, el aparato en el que es triple campeona mundial. “Creo que he provocado una crisis cardiaca a todo el mundo, pero ha sido así. Incluso las mejores caen alguna vez”, reconoció la pequeña gran gimnasta, que ya suma, en total, 12 títulos mundiales (4 en el concurso general, 3 por equipos y 5 en aparatos) y que opta a cuatro más en las finales de aparatos que quedan.