OPINION

El máster o cómo derribar al adversario

Francesca Jaume | Lunes 17 de septiembre de 2018

Hemos entrado en un espiral pernicioso del que muchos políticos -y ciudadanos- no quieren darse cuenta (sobretodo los que han conseguido desestabilizar al contrario) pero que, intuyo fundamentadamente, va a traer consecuencias negativas en un plazo no muy lejano de tiempo.

Esta ha sido la semana de los másters y tesis doctorales: Pedro Sánchez, Albert Rivera, Pablo Casado o la ya ex ministra Carmen Montón han sido objeto de portadas de los medios de comunicación y pasto de las más feroces críticas en las redes sociales y en la calle. Parece que hemos llegado a un punto en el que ‘todo vale’ y en el que, si nos fijamos en la línea editorial de los medios que han atacado a cada político -con la excepción del caso de Montón-, periódicos colaboran sin ningún complejo con los partidos afines en su lucha para derrocar a los oponentes.

El resultado está siendo que el político cuestionado en su currículum tiene que dimitir si no quiere que la polémica afecte al partido o institución. Eso, independientemente de si las informaciones son veraces o no. Ya no se da un margen para demostrar o acreditar la inocencia frente a las acusaciones. Con la presunción de culpabilidad plenamente instalada en el escenario político, mediático y social, no se otorga margen para acreditar la validez formal o material de un título universitario.

Y claro, así el escenario, la soga ya está en el cuello de todos. ¿Que se quiere hacer daño al contrario? Muy fácil, se habla con el director de un medio afín, mejor si es un digital, y se le solicita bajo recompensa que ponga en duda el currículum académico de un político relevante. En menos de una hora todo son nervios, y según el caso -que de todo hay en la viña del señor- alguna dimisión se podrá cobrar.

Este es el escenario que casi todos los partidos han contribuido a crear. Este es el precio que ya se está pagando por no respetar la presunción de inocencia. A los abogados nos increpan cuando rogamos que se respete este derecho, pues aquí tenemos una muestra de lo que pasa. Hay que saber tener una visión amplia y preveer los movimientos de boomerang. Y de eso, respetados lectores, vamos escasos.


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