CINE

56 años sin Marilyn Monroe

¿Suicidio o asesinato?

Redacción | Domingo 05 de agosto de 2018

El mundo enmudeció un 5 de agosto de 1962 al conocer la muerte de Norma Jeane Mortenson, a quien el público conocía como Marilyn Monroe. Una actriz que se convirtió en la estrella más mediática y glamourosa de la edad de oro de Hollywood y en un símbolo para muchas mujeres de la época.



Norma Jeane Mortenson, que más tarde pasaría a llamarse Norma Jeane Baker, nació en Los Ángeles (California) y tuvo una infancia muy dura. Nacida en el seno de una familia desestructurada, su madre sufría esquizofrenia y nunca conoció a su padre,pasó la mayor parte de su infancia vagando entre orfanatos y casas de acogida.

No obstante, los años de dicha cambiaron cuando un fotógrafo le propuso trabajar de modelo y actriz en 1946. Justo en ese momento, tras divorciarse de su primer marido y con un increíble porvenir, nació Marilyn Monroe.

Estuvo casada en tres ocasiones –con James Dougherty, Joe DiMaggio y Arthur Miller– y se le atribuyeron relaciones amorosas con los hermanos Bobby y John F. Kennedy.

Pero el 5 de agosto de 1962, se dio a conocer una noticia que nadie podía creer. Marilyn, esa rubia casi perfecta de 36 años de edad, fue encontrada muerta en el dormitorio de su casa de California, por Eunice Murray, su empleada doméstica. En su declaración, esta mujer señaló que un día antes de su muerte, Robert Kennedy visitó a la actriz para pedirle su diario íntimo.

Después de las 4 de la mañana, hora de Los Ángeles, se daba aviso de que la diva yacía muerta en su cama. La causa fue atribuida a un suicidio por ingesta excesiva de barbitúricos y somníferos, medicamentos que tomaba a diario debido a su frágil estado mental. El el jefe del departamento policial de Los Ángeles, Jack Clemmons fue el primero en llegar al lugar y encontró una serie de inconsistencias en los testimonios de los dos médicos y el ama de llaves, que además se mostraban muy nerviosos y se habían demorado sospechosamente en dar aviso a las autoridades. La escena de la muerte parecía arreglada, las sábanas cambiadas y limpias y el cuerpo había sido movido.

Marilyn tenía una cabellera sumamente descuidada, pues hacía varios días que no la lavaba ni la teñía; estaba sin depilar y sin dientes (usaba una dentadura postiza). Allan Abbott y Ron Haste, autores del libro Pardon My Hearse (2015), señalaron que además tenía los labios muy agrietados y que presentaba hinchazón y moretones en el cuello.

Teniendo en cuenta que el informe de la autopsia calificó la causa de la muerte como un «probable suicidio» por falta de pruebas, muchos creen que fue asesinada. Los médicos Greenson y Engelberg le recetaban varios barbitúricos que pudieron acumularse en su organismo hasta alcanzar niveles peligrosos para la vida. Se cree que Marilyn falleció muchas horas antes de que se diera aviso a las autoridades y su habitación fue manipulada y organizada convenientemente antes del llamado. La hipótesis del suicidio distraería la atención sobre la posible responsabilidad de sus médicos personales en su deceso y los salvaría de cualquier imputación penal.


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