Diversos estudios muestran que las ventanas y las puertas de una vivienda o un local suelen ser los puntos más vulnerables, y el lugar preferido por los ladrones para colarse dentro. Por allí, se producen la mayoría de las incursiones que dan lugar a robos o hurtos.
Más si cabe en una época como el verano, donde las prolongadas ausencias son aprovechadas por las bandas organizadas para acceder a los hogares con mayor facilidad y llevarse todos los artículos de valor económico y sentimental.
“Algunos propietarios optan por poner rejas recubriendo sus ventanas y las puertas, pero este sistema es poco fiable. Existen actualmente en el mercado ventanas y puertas de seguridad que son muy complicadas de flanquear por los ladrones”, explica Juan Almansa, director general de Grupo Almansa.
Desde la carpintería especializada en la elaboración de elementos de aluminio señalan que las ventanas y las puertas de seguridad son aquellas que, gracias a sus componentes y diseño, proporcionan mayor estabilidad que las tradicionales. “Es imprescindible que para evitar hurtos las ventanas cuenten con bisagras de acero reforzado, vidrios diseñados para resistir impactos y diversos puntos internos de cierre”, mantiene Juan Almansa, que señala que en el caso de las ventanas “la mejor forma de proteger una casa es invertir en elementos de calidad”.
En el mercado de las ventanas existen actualmente que son muy complicadas de flanquear. Una ventana de seguridad no es sólo un cristal reforzado, sino que todo el conjunto debe ser adecuado, según los expertos de Grupo Almansa, que apuntan que éste estaría formado por: