¡Habemus Papam!, latinajo que en nuestra lengua vernácula viene a decir au idò, ja està fet. El gran Pedro Sánchez es presidente del Gobierno de España, o de lo que vaya a quedar de ella. En dos años ha recorrido el camino del héroe, ha sido expulsado, regresó para reclamar su sitio y se ha alzado con la victoria. Pedro Imperator, lo suyo sí que es un viaje de epopeya y no la mariconada de Shackleton a la Antártida. Todos dicen que llega a la presidencia por la puerta de atrás, sin haber ganado unas elecciones. Pues no, llega mediante una moción de censura que es un procedimiento democrático y legal, y ahí se le puede discutir el fondo, que no la forma.
Sánchez ha llegado a presidente por pura lógica de letras. Posee el Factor Z. Suárez, González, Aznar, Zapatero… La sucesión de zetas ha sufrido un breve paréntesis —Calvo Sotelo— y una extraña anomalía —Rajoy—. ¿Quién sabe si el próximo de la lista será un tal Núñez?
Tontería de las zetas aparte, Sánchez se erige como el nuevo mesías progre. Me fio muy poco de él y creo que tiene más peligro que un cura de Lluc en un chiquipark. Con todo, debo darle un margen de confianza y ver cómo se desenvuelve —a Sánchez, no al cura—. Supongo que desde ya dilapidará los famosos cien días de cortesía.
No voy a caer en eso de que gobierna con comunistas y con los que quieren romper España… Esto no es un nuevo frente popular. Se han unido para echar a Rajoy, que no se iba ni con salfumant, no para gobernar. Tal vez Pablo Iglesias quiera meter mano en la cosa ejecutiva, pero los otros… No, los otros van a lo que les mueve: la pasta. No quiero ni imaginar la carta a los Reyes Magos que le han pasado los del PNV y los nazindepes de Cataluña. Debe ser de ponerse, calzón quitado, mirando a la Meca, de apretar los dientes y rezar para que no duela mucho.
No nos engañemos: esta moción de censura ha sido un banquete de pedigüeños. Han echado a Rajoy para darse al latrocinio, aún más. Pasta y privilegios para el País Vasco y Cataluña, eso es todo. Y un poquito de imperialismo supremacista: Navarra se vende a Euskal Herria y Baleares se humilla ante Cataluña. Asúmanlo, lectores, somos moneda de cambio. No es nuevo, a Rajoy no le importó gran cosa y me temo que a Sánchez le va a dar exactamente igual. Fíjense en su cara al prometer el cargo ante el rey Felipe VI. Apenas podía aguantar la risa, estaba eufórico. Tiene su silla.
La pasta… Los harapientos ya salen de las catacumbas. Veo legiones de escritores mediocres, de poetas de feria de libro, de cineastas y actores de 16 milímetros y de intelectuales y artistas mohosos clamando por su subvención. Claro, la cultura es muy de izquierdas. España ya no es un estado fascista y opresor, ahora todo van a ser rosas e ilusión. Volvemos a ser pijiprogres con dinero público, revolucionarios de moqueta, padres proletarios de mellizos con chalé en la sierra.
En el Partido Popular no se lo creen. Es si como Rajoy hubiera ordenado un suicidio colectivo. El futuro se les complica porque han sido incapaces de ver qué estaba pasando y han alargado la agonía de forma innecesaria. El marianismo hace tiempo que murió. No querían verlo. No sé qué acontecerá, solo puedo esperar que Rajoy se vaya a su casa, que no digite a su delfín y que los que quedan tengan el valor y la decencia de afrontar una profunda regeneración. La experiencia nos dice que las crisis de los grandes partidos no se superan con celeridad, se suelen prolongar en una dolorosa catarsis de incierto resultado. Mas en esta ocasión hay prisa. Un PP que se desmorona no puede permitirse un descalabro en las elecciones autonómicas y municipales que se celebran en buena parte de España en mayo de 2019, pasado mañana.
En el PP han entrado en modo Pepsi-Cola. Para empezar, queda en el aire la presentación de candidatos autonómicos y a las alcaldías de las capitales de provincia anunciada para antes del 15 de julio. Las ovejas vagan por el prado haciéndose caquita porque el lobo ha noqueado al pastor, que no sabemos si deambula por la montaña, se ha encerrado a hacer queso, ha abdicado en un bolso o se ha ido al bar a chuzarse del disgusto. Las ovejas no pueden abominar del pastor y decir que todo es culpa suya porque han sido partícipes de sus actos y porque callaron cuando todas veían que las guiaba por caminos tortuosos, yermos páramos y cañadas que no conducían a ningún lugar. Las ovejas también son responsables y no pueden exonerarse de toda responsabilidad matando al pastor.
He comprado dos camisas hawaianas para pasar el verano. Una es en tonos crudos con palmeras. La otra es negra, con un estampado de frondosa vegetación y dragones. Las tengo preparadas para una buena fiesta tiki, con barbacoa, coctelazos afrutados y música surf por un tubo. El mundo se va a la mierda, nos vemos abocamos hacia un neoapocalipsis zapateril, pero no dejaremos de bailar hasta el final. Los tiempos inciertos necesitan de bacanales para despedirse a lo grande. ¡Qué arda Roma, cantemos a Dioniso mientras los bárbaros llegan a las puertas de la ciudad! Y si mañana sale el sol y nos hemos salvado, el lunes volveremos a nuestra borreguil existencia. Pero esa es otra historia…