En relación a las diversas manifestaciones expresadas recientemente en los medios de comunicación alusivas al Sahara Occidental, creo importante realizar las siguientes consideraciones:
Marruecos no tiene la soberanía del territorio. Ocupa por la fuerza el Sahara Occidental desde 1975, incumpliendo los acuerdos de la ONU y la legalidad internacional.
Esta ocupación dura 42 años y se mantiene por la permisividad de los organismos internacionales con el gobierno marroquí.
Lo ocupa en virtud de los ilegales Acuerdos Tripartitos de Madrid de 1975, incumpliendo durante estos 42 años múltiples resoluciones:
No respeta las libertades sociales, el derecho a la manifestación, mantiene en las cárceles injustamente a activistas saharauis, defensores de los Derechos Humanos, torturándolos y condenándolos a penas muy elevadas, incluso a cadenas perpetuas, en juicios que han sido denunciados por diversas organizaciones defensoras de los DD.HH. y observadores internacionales. El Gobierno de Marruecos impone un clima de miedo, de intimidación y de represión de los DD.HH. en el Sahara Occidental.
Hay que recordar que el Gobierno de España en 1975 firmó los
Acuerdos Tripartitos de Madrid, permitiendo con ello la ocupación violenta del Sahara Occidental por los ejércitos de Marruecos y de Mauritania. Los saharauis eran españoles hasta 1975, y fueron traicionados por las autoridades de España desde esa época.
España sigue teniendo el status en la ONU de Potencia Administradora del territorio, por lo que no debe mirar para otro lado o justificar la ocupación marroquí permitiendo el expolio de sus riquezas y la violación de los Derechos Humanos en el Sahara Occidental.
Todas las instituciones canarias, la sociedad de las islas y las empresas deben abogar por una solución pacífica de este doloroso conflicto que ya dura 42 años. Estos solo será posible con la celebración de Referéndum de Autodeterminación por el Pueblo Saharaui, garantizando el respeto a la Democracia y a la Libertad.
Tenemos que exigir el respeto a la legalidad internacional y a los legítimos derechos del Pueblo Saharaui. Defendemos que las empresas canarias tengan una expansión hacia el continente africano, pero nunca a costa de seguir manteniendo al Pueblo Saharaui bajo la violenta ocupación marroquí. Se deben respetar todas las resoluciones y las sentencias de los organismos y tribunales internaciones que reafirman, una y otra vez, que “el Sahara Occidental no pertenece a la soberanía de Marruecos” y que “se debe celebrar el Referéndum de Autodeterminación” para garantizar la solución pacífica y evitar el retorno a la guerra, lo que produciría unas consecuencias irreparables en la economía canaria.
Reiteramos la solidaridad de Canarias con la justa causa del Pueblo Saharaui y denunciamos las campañas de manipulación y de intoxicación que vienen del Gobierno de Marruecos y que difunde el lobby promarroquí en Canarias en sus expresiones políticas, mediáticas o empresariales. Exigimos el respeto a la legalidad internacional y la aplicación de las sentencias que afectan a este territorio.